Esta forma tan mía de recordarte y a la vez tenerte lejos. De quererte pese a saber que no te quiero. De mantener mis decisiones aunque me coman por dentro.
Esa diferencia entre quien soy y quien fui, de cómo actuar al respecto. Del alivio que siento al no obtener lo que quiero. De seguir pensando en una realidad imposible que solo se quedará en sueño.
Esta manera de hablarte, pese a no hablarte, porque sé que estas ahí y lo uso como cable entre nosotros. De seguir en tu vida sin estar, de que sigas en la mía sin saber, pero sabiéndolo.
Esa ilusión por un mañana que no llegará, de la esperanza que desde que te conozco siento. De tus medias sonrisas y mi felicidad reflejada en tus ojos, de las caricias y los besos.
Esta manía mía de despedirme, pese a saber, una vez más, que ese adiós nunca será eterno.
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