Hoy toca un nuevo "capitulo" de mi propósito de este año.
Y es uno de los gordos, casi casi el mas gordo
Seguramente esta entrada sea infinita, así que os aviso desde ya de que vais a aburriros xD
El chico de hoy se llamará Negro
Y no se ni por donde empezar.
Supongo que debo empezar diciendo que aquel 26 de Diciembre fue la tercera vez que empezábamos a salir, nos habíamos conocido en marzo (concretamente un 30 de Marzo, mañana serán once años) y empezamos a salir a los tres días, yo tenía trece años, él quince. Lo dejamos en mayo y luego volvimos a empezar en junio, y duró hasta julio.
Recuerdo aquellos meses, aquellas primeras veces. No recuerdo exactamente que fue lo que nos hizo dejarlo aquellas veces, tengo un vago recuerdo pero nada sólido, así que lo dejaré apartado, ya que de todas formas la importante fue la tercera.
Pese a dejarlo en julio, seguimos estando en el mismo grupo de amigos, y de hecho aquel año solo él y mis dos mejores amigos vinieron a mi cumpleaños, así que seguimos hablando y teniendo muy buena relación. Hablábamos a menudo, teníamos confianza para hablar de cualquier cosa, supongo que por eso acabamos volviendo a salir
Empezó mal, y creo que eso debería haberme avisado de que no era buena idea, pero no se que tenía ese chico que me arrastraba siempre hacia él. Creo que su labia, el hecho de que tenía mil chicas detrás pero aún así me escogía a mi...
Nunca olvidaré aquel día de octubre (¡Octubre!) en el que estábamos hablando, sentados en el banco del patio delantero de mi casa. Negro tenía novia y me estaba ayudando con el chico que me gustaba a mi, del cual creía que me estaba enamorando, así que él empezó a describir lo que se sentía por una persona cuando estabas enamorado, lo que hacías con esa persona y por ella. No recuerdo absolutamente nada de lo que dijo, pero si que cuando acabó, me sentí totalmente identificada, pero no respecto al chico del que estábamos hablando, si no respecto a él, y de forma automática me salió decírselo "Por esas reglas entonces estoy enamorada de ti" Y nos quedamos los dos con unas caras de idiotas que eran para verlas... él respondió "Ehh.. esto.. vale..." y yo le dije que hiciéramos como que no habíamos dicho nada, y él se empeñó en que no podíamos hacer eso.
No recuerdo como degeneró la cosa, pero yo eliminé por completo al chico que me gustaba de mi vida, y Negro me dijo que iba a dejar a su novia, pero que aún no podía. Primero fue porque acababan de cumplir un mes, mas tarde porque era su cumpleaños, después porque ella acababa de contárselo a sus padres... y así un largo etcétera de excusas que me hacían volverme loca. A ella prácticamente no la veía, y conmigo estaba casi todos los días y excepto por la falta de besos (que aún así alguno cayó) nos comportábamos como una pareja. Recuerdo aquellos meses como un infierno, pasarme mas tiempo llorando que feliz, y aún así no querer rendirme... mi mejor amiga me decía que lo mandara a tomar por saco, que no podía estar así, y muchas veces he pensado que quizá debí hacerle caso, pero era muy cabezota y él me tenía completamente enganchada.
Un día de diciembre quedamos y al verme me plantó un beso que me dejó en el sitio de la impresión, por fin había dejado a su novia. Pero no podíamos estar juntos aún, porque acababan de dejarlo y no quería hacerle mas daño.
Es curioso que empezara a cansarme justo en aquel momento, se suponía que ya nada nos impedía estar juntos y aún así el no quería que lo estuviéramos... Y de pronto conocí a un chico guapísimo que se interesó por mi, y solo entonces fue cuando Negro se decidió a que formalizáramos la relación.
Aquel 26 de Diciembre que ya nunca olvidaré.
Tenía yo entonces 14 años y él 16, y sinceramente no recuerdo cuando empezó todo a ir mal, o si en realidad siempre estuvo mal y yo solo veía algunas cosas. Quizás todo empeoró a partir de mayo de 2006, cuando le presenté a una chica que luego hizo lo imposible por interponerse entre los dos. Realmente no lo se. No recuerdo muchos detalles de toda la relación, recuerdo varios, pero o son buenos (Cuando hicimos un año, se presentó en mi casa a las doce colgando en mi verja una sábana en la que había escrito nuestra canción, "Te quiero" en varios idiomas, había puesto fotos nuestras y escrito varias frases preciosas, con un mensaje oculto que decía que quería estar conmigo siempre. Aquel "Te amo"...) o son tan malos que mejor olvidarlos
Antes de quedarme embarazada siempre he dicho que si tuviera la oportunidad de volver atrás en el tiempo para cambiar algo, cambiaría el día que le conocí, para que nunca estuviera en mi vida.
Aquel chico la cambió por completo, le dio la vuelta a mi mundo y a mi misma. Y si ahora mismo estoy llorando solo con recordarlo... imaginaos como lo pasé por entonces.
Mi autoestima, que ya estaba bastante dañada, desapareció por completo. En nuestras discusiones al final siempre me sentía culpable, y pensaba que todo lo hacía mal, incluso cuando eran cosas que claramente eran culpa suya. Acabé estando convencida de que él me estaba haciendo un favor al salir conmigo, Y que nadie mas que él querría estar conmigo nunca. Recuerdo lo infeliz que era, lo mal que me sentía todo el tiempo, y a la vez, esa certeza dentro de mi de que era el chico de mi vida, que estaríamos juntos para siempre, que estaba hecho para mi. De cara al mundo la peor era yo, porque siempre he tenido un genio horrible y lo mostraba delante de quien fuera, y le gritaba, le gritaba muchísimo, y me enfadaba muy a menudo. Si soy sincera, sé que para él tampoco fue fácil estar conmigo. Sé que yo también le cambié la vida, aunque creo que no en los mismos sentidos que él me la cambió a mi.
Es duro, y quizás cruel, decir que ha sido lo peor que me ha pasado en la vida. Pero excepto por lo que he aprendido y lo que me ha hecho crecer todo lo vivido con él, es casi cierto. Solo hay dos personas aparte de él que me han hecho tanto daño y me han cambiado tanto, mi padre y el padre de mi hijo. Y ambos, pese a lo malo, me han dado cosas maravillosas, el primero una infancia llena de buenos recuerdos a su lado, y ayuda crucial en muchas ocasiones, el segundo, a mi hijo y recuerdos que son tan inolvidables como bonitos. De Negro no puedo decir lo mismo, si que tuvimos momentos buenos, y si que fui feliz muchas veces, pero sigo creyendo que mi vida habría ido mejor sin él. Solo que ya no lo cambiaría, porque todo lo que ha pasado me ha llevado a donde estoy ahora, a mi hijo y a mi vida actual. Y ya eso no querría perderlo por nada del mundo.
Debo decir que es muy fácil echarle la culpa a los demás de nuestros errores, y en parte eso es lo que estoy haciendo yo ahora mismo. Mi vida cambió no sólo por lo que viví mientras estábamos juntos y el como me afectó, si no por como lo dejamos. Y eso fue única y exclusivamente culpa mía.
Ya he dicho antes como me sentía respecto a que nadie mas que me querría nunca, El 26 de Marzo de 2007 conocí a Azul (¿le recordáis?) y casi al momento se "enamoró" de mi. Y en solo tres días mostró tal devoción que me fascinó por completo, no porque yo sintiera lo mismo que él, si no porque me demostró que sí que podía quererme alguien que no fuera Negro, que sí que valía algo, que no tenía porque estar con él si no era feliz. Ver como ese chico se desvivía por mi me dio el empujón que necesitaba para dejar a Negro. Y el hecho de dejarle yo, de que desde fuera siempre pareciera yo la mala y de que poco después empecé a salir con Azul hizo que todos los que me rodeaban me echaran poco a poco de su vida. Bueno, siendo sincera no me echaron exactamente, si no que estaban tan distintos conmigo y me trataban tan diferente que yo misma me alejé porque estar con ellos era demasiado doloroso, y además Negro seguía en el mismo grupo, y yo no podía con eso, con ver como con él estaban tan bien y conmigo tan mal, desde mi punto de vista yo no había hecho nada malo, y no entendía porque me pasaba lo que me pasaba.
Con el tiempo he visto que no hice las cosas bien, y que realmente hice daño a Negro, porque él, aunque a su manera, aunque mal, me quería. Lo malo de esas edades es que aún no hemos aprendido a querer, y cometemos errores que marcan nuestra vida sin vuelta atrás.
Conocí a Negro, como he dicho antes, un 30 de Marzo de 2005. Han pasado once años y él sigue en mi vida, en mi día a día. Ha habido épocas en las que ha estado mas, otras menos. Ha habido épocas en las que ha vuelto a haber algo entre nosotros, con resultados horribles que volvieron a cambiar nuestras vidas, aunque en menor medida que aquella tercera vez. A veces ha sido amigo, otras, una especie de enemigo, a veces le he odiado y a veces no he podido vivir sin él. No se muy bien como encaja en mi vida, aunque sé que está por obligación, porque no puedo evitar que mis amigos lo quieran y forme parte de mi entorno.
Pero en realidad le quiero, no de esa forma en la que le quise aquella vez, no de forma romántica o porque le necesite. Le quiero porque ha estado ahí, haciéndome daño y haciéndome feliz, todo a la vez y todo mezclado, casi la mitad de mi vida. Y no puedo evitar que me importe, que su vida me interese (en parte, solo lo imprescindible para saber que está bien) y que le tenga ese cariño especial que solo se le tiene a los ex a los que quieres odiar pero en realidad no te sale,
Le debo mucho, le debo todo lo que me ha enseñado, todo lo aprendido a base de sobrevivir a los golpes que él me dio, y todo lo que he mejorado a partir de los golpes que le di yo y que jamás quiero volver a repetir con nadie. Y también le debo todas las veces que me ha ayudado, que me ha apoyado, que me ha sostenido.Todas las cosas buenas que me ha dado.
Tengo muy claro que si Negro no hubiera aparecido en mi vida, ésta habría sido totalmente distinta, y yo habría sido también otra persona, no quien soy ahora. No se si habría sido mejor o peor, pero a día de hoy no quiero averiguarlo, no me interesa, porque soy feliz con todo lo que me rodea, y soy feliz conmigo misma, aunque aún haya cosas que quiera cambiar y en las que luche por mejorar.
Estoy segura de que Negro seguirá afectando a mi vida, a mi misma y a mi forma de crecer, solo espero que nunca me afecte mas de lo necesario, y que todo lo que cambie sea para ir a mejor.
Sé que eso estará en mi mano.
