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domingo, 30 de octubre de 2016

Tal vez podamos confundirnos

Temblando, con los ojos cerrados, el cielo está nublado y a lo lejos tu, hablando de lo que te ha pasado, intentando ordenar palabras para no hacerme tanto daño, y yo... sigo temblando.
De la mano y con mucho cuidado os besasteis en silencio cuando no había luz. Y me hace gracia tu manera de contarlo, como el que cuenta que ha pensado, que ha decidido que seguimos siendo amigos, y yo... estoy temblando y llorando, me había jurado que nunca iba a llorar, escuchando cada palabra que no quiero escuchar, desgarrándome, suplicándote, intentando hacerte recordar, pero tu solo dices "voy a colgar".

Ponte música en los oídos y abstráete, cambia de rumbo y de camino, mira desde otra perspectiva y sueña en otras direcciones. Y llora, llora siempre que haga falta, perdónate, conócete, vuelve una vez mas. Y vuelve a irte.

Es importante saber cuando es hora de cambiar las cosas, aunque dé miedo, aunque te asuste. Por eso me autoanalizo tanto, me exijo tanto, por eso pienso tanto y soy esa montaña rusa constante. Dudo siempre de mi y esas dudas me hacen cambiar y a la vez afianzarme mas en lo que soy.
¿Cuantas veces he desaparecido de aquello que me hacía daño? ¿Cuántas veces he sido capaz de empezar de cero? Todas. Siempre.

He sentido el calor de tus labios sin haberlos rozado.

Siempre me pasa lo mismo, una de cal y otra de arena. Me gustaría a veces saber exactamente qué hacer, y cual es el camino que me hace menos daño.
No tengo bien establecidas mis prioridades, esas cosas importantes que suelo dejar mas de lado de lo que debería, tengo que plantarme y cambiar lo que siento que debo cambiar, y recuperar mi tranquilidad y mi sosiego. Tengo claras mis metas, pero al final siempre dejo que otras cosas me alejen de ellas y me distraigan. 
Muchas hasta me hacen daño y me hacen ver que no aprendo.

Está sonando una canción que... madre mía. Ha escogido el momento exacto para tocarme la patata y la melancolía.

Porque yo se que esto es amor del verdadero, y sin dudarlo ni un momento te confieso que te quiero.

Por favor, por favor. Deja de esperar lo que sabes de sobra que no va a llegar nunca. Por favor, aléjate de esta vida. Date tiempo, vuelve a ser tu.


domingo, 23 de octubre de 2016

29 de Noviembre de 2014

Ya estoy lista para publicar la última entrada de mi propósito de este año, y me voy por todo lo alto, porque no podría cerrar con mejor persona. 
Hoy toca hablar de Turquesa.
He elegido el turquesa porque su color favorito es el azul, y como ese ya estaba asignado, he escogido para él mi tono favorito de azul, haciendo como la mezcla entre su color favorito y el mío. 
Turquesa <3 
Él siempre es maravilloso en todos los sentidos.

Turquesa es el chico del que casi más me habéis leído, porque volví a retomar este blog mas o menos cuando le conocí.

Le conocí en julio de 2014, porque comentó un estado de facebook de una de mis mejores amigas, y de ahí empezamos a hablar. Recuerdo la forma increíble de reírme sin parar con todas las conversaciones, de pegarnos hablando un montón de tiempo sin ser capaz de ponerle cara siquiera y de la cara de tonta que se me quedaba mirando el móvil, hasta el punto de que incluso mi hermana se daba cuenta.
Resultó que era el hermano del novio de esta amiga, así que un día quedamos para ir a la playa los cuatro y nos conocimos en persona mas o menos una semana después de haber empezado a hablar. Recuerdo que mi primera impresión fue "no me lo imaginaba así" y recuerdo a mi amiga diciéndome antes de que los chicos llegaran: "mi novio me ha dicho que el hermano está falto, y tu necesitas tirarte a alguien nuevo, así que os va a venir bien a los dos echar un polvo" 
Siempre diré que me lo vendieron como eso, un polvo. Pero vaya tela en lo que se convirtió aquel supuesto polvo xD

El chico tímido que me dijo cien veces que en persona se cortaba y que me decepcionaría mucho, aquel día de playa me plantó un beso que no se esperaba ni él, me parece, y volvimos de la playa cogidos de la mano en el coche, apoyado uno encima del otro entre caricias y besos. Dábamos asco puro, y yo no era consciente ni de qué estaba pasando.
Curiosamente desde ese día empezamos a hablar muchísimo menos, y él prácticamente no me hablaba, así que pensé que no le interesaba. Volvimos a quedar en grupo otro día, le saludé con dos besos y no pasó nada entre nosotros hasta bien entrada la noche y con varios chupitos de por medio. Al final ese día la intención fue dormir juntos, pero por caprichos del destino no llegamos a hacerlo, y ese supuesto polvo de una noche tardó aún un par meses en llegar, y para entonces... ya no queríamos que fuese solo un polvo.

Llegó a mi vida en mitad de una tormenta tremenda, en la que estaban Rojo y Negro a mi alrededor y en la que yo me estaba volviendo loca, y no sabía qué hacer con él o donde encajaba. Pero en parte me dio el empuje para terminar con lo que no me aportaba nada más que sufrimiento. 
En octubre explotó mi vida y todo mi mundo. Rojo y yo comenzamos una guerra y los fantasmas más oscuros de mi vida volvieron a ella. A día de hoy puedo decir que aquellos fueron los peores meses de mi vida, al menos por ahora, y que jamás lo había pasado tan tremendamente mal. En todo aquel caos, Turquesa fue simple y llanamente la calma, el remanso de paz, el lugar seguro. Cuánto aguantó y cuánto soportó por mi. Aún no puedo explicarme cómo es posible que se quedara a mi lado pese a todo lo que estaba viviendo.
El 29 de Noviembre me teñí por primera vez de rojo, por fin. Y ese día. con un simple intercambio de frases en mitad de la euforia de la noche, empezamos a salir de forma oficial. Estaba muerta de miedo y a la vez me sentía mas segura y protegida que nunca. 
Mi relación con Turquesa estuvo llena de miedos y de superaciones. Yo estaba segura de que no podía ser una buena novia, estaba segura de que la relación acabaría y estaba segura de que le haría mucho daño. Es cierto que la relación acabó, pero ni fui tan mala novia como yo esperaba ni le hice daño del modo en que creí que se lo haría, y la conclusión que saqué de ella fue que soy capaz de tener una relación y que no soy tan mala como he pensado toda la vida que era. 
Turquesa se mantuvo a mi lado firme cada día, haciéndome reír, dándome seguridad en mi misma, proporcionándome armas para ser fuerte. Y aún maldigo el momento en el que me di cuenta de que no estaba enamorada de él ni podría estarlo, porque sé que aquel día perdí a la mejor pareja que he tenido hasta el momento, y no se si algún chico será capaz de igualarle alguna vez, porque como él me quiso es muy difícil querer. 
Él es capaz de querer de forma desinteresada y sincera, de darlo todo sin miedo e intentando mejorar cada día, es capaz de seguir ahí sea como sea y no dejar que nada se interponga cuando se trata de hacerme feliz. Es una de las personas mas maravillosas que he conocido nunca.

Cambió mi vida, fue una pieza clave del cambio que se ha producido en mi durante estos años, me ayudó a estudiar, estuvo ahí cada día luchando conmigo para que me concentrara, estudiando a mi lado, explicándome matemáticas y ayudándome a conseguir aquel tremendo 10 que saqué en primero de bachiller, dándome la confianza y fuerza suficientes como para no faltar a clase y no dudar en mis exámenes, y gracias a todo lo que hizo estoy ahora mismo cumpliendo mi sueño.
Es de estas personas que, como Rocío, te hacen ver que si te quieren es porque realmente vales la pena, porque algo muy bueno tengo que tener para que alguien así me quiera como me quiere él, y eso me da una seguridad en mi misma que pocas cosas consiguen.

Ha pasado un año desde que lo dejamos, y sigue siendo uno de los pilares de mi vida. Trató a mi hijo como nadie lo ha tratado, y lo quiere tanto como me quiere a mi, estar con ellos dos era estar en familia, era estar en casa, y sigue siendo así a día de hoy. Con Turquesa me siento feliz, tranquila, segura, él es mi hogar, o parte de él, y con él soy yo misma sin ningún miedo ni ninguna duda ¿es posible de verdad tener tanta suerte? 

Cada vez que siento que flaqueo él me sujeta, y aunque nos llevemos semanas sin hablar cada vez que lo hacemos estamos felices juntos, puedo ser la persona más triste del mundo que cuando paso un día a su lado toda esa tristeza se evapora, y me siento bien con solo intercambiar dos palabras. Sus abrazos me reinician, su presencia me tranquiliza.

Con él he aprendido a quererme, a aceptarme, le conté todo mi pasado, todos mis lados oscuros, cosas que prácticamente nadie sabe, cosas horribles que hice o que pensaba, saqué toda la mierda que llevaba dentro y él la filtró, y me hizo ver mis partes buenas, las razones de mis actos, mi lado real. Me quiso, y me quiere, incondicionalmente, y yo nunca podré agradecerlo lo suficiente.

Solo pido que no se vaya nunca de mi vida, que siempre nos tengamos el uno al otro y que podamos vernos felices, cumpliendo nuestros sueños y metas. Le quiero, le quiero muchísimo más de lo que él podría imaginar, y espero tener toda la vida para devolverle al menos una mínima parte de lo que él me ha dado

El 7 de septiembre de 2014 fuimos por primera vez a un lugar que se convirtió en nuestro rincón privado, mágico e inquebrantable, y pese a solo conocernos de hace unos meses e incluso aún ni siquiera habernos acostado, me dijo "No te vayas nunca" y esa frase se quedó tatuada en mi alma y ahí sé que seguirá toda la vida, porque espero, de todo corazón, que jamás se vaya de mi vida ni yo de la suya.

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Y aquí se acaban los chicos de mi vida, su influencia sobre mi y nuestras historias, mi reflexión sobre ellos.
Me ha venido genial hacer este "ejercicio" y recordar poco a poco detalles que tenía guardados por puro miedo al recuerdo, sé que de lo vivido aprendo, y esto ya está aquí escrito para cada vez que quiera volver a leer quién he sido y cómo he avanzado.
Gracias a todos los protagonistas de estas entradas, por haber hecho de mi y de mi vida lo que somos ahora, por haberme influido, me da igual si positiva o negativamente, y por haberme hecho crecer. 
¡Que tengáis un buen año, que ya queda poco para acabar este!

Pre-examenes que me vuelven loca

Me estoy quedando dormida mientras estudio, así que he decidido hacer un parón y entretenerme de alguna forma hasta que me active un poco más.
Pero me he prometido a mi misma no tocar las redes sociales hasta nuevo aviso, y también he desconectado del móvil, así que sólo se me ha ocurrido escribir aquí.

Me he puesto música (Discografía de Maldita Nerea, de Despistaos, de Funambulista, de Lagarto Amarillo y de Rayden) y así me voy animando. Mientras estudio no suelo escuchar música porque dejo de concentrarme, así que ahora he cogido grupos de canciones movidas y espero que realmente me ayuden a venirme arriba.
Odio estudiar sola, la verdad, es de las pocas cosas que echo de menos de tener novio.
Que por cierto, hoy cumplo un año soltera, increíble, ¿verdad? Luego me toca hacer la última entrada de mi propósito de año nuevo, lo que pasa es que no quería ponerme ahora porque significa pensar y reflexionar sobre ciertas cosas y ahora mismo no me apetece.

Tengo bastante miedo del examen de mañana, y a la vez me siento muy segura, y es eso lo que me da miedo. Creer que me se las cosas y que puedo aprobar y que luego resulte que no, y me quede en blanco en el examen o no entienda las preguntas o yo que se, me agobia mucho todo. No quiero aprobar, quiero un sobresaliente, y eso es estrés extra.

La sala de estudio de la biblioteca se está llenando de chavalitos adolescentes y me parece extraño, suelo estar acostumbrada a ver en general gente de mi edad, incluso mayor. Sobre todo siendo fin de semana y con esta lluvia,
Asco de lluvia, a todo esto. No hay cosa que odie mas en el mundo, por muy necesaria que sea. Agh.
(En cinco minutos se han sentado tanto enfrente mía como a mi lado y me han quitado todo el espacio maravilloso que tenía para estudiar cómoda, sus muelas)

No paro de pensar sobre qué preguntas pueden ponerme mañana y como responderlas. Son 15 tipo test y una de desarrollo. Si me preguntan en la de desarrollo por estructura y acción social, genial, si me preguntan por autores... menos genial, porque estoy súper verde con ellos. Karl Marx (Me estoy acordando muchísimo de Antonio) Weber y Durkheim... creo que puedo explicarlos, al menos mínimo para un aprobado, ¿pero podría sacar un sobresaliente desarrollándolos? No me fío mucho. Me da miedo hasta intentarlo, aunque sé que sería la mejor manera de comprobarme a mi misma.
Creo que voy a cambiar de capítulo y a ponerme a repasar el método, porque me estoy obsesionando con los autores y al final va a ser peor. 

Madre mía, estoy así con un parcial y encima de mi asignatura favorita y de las que mejor llevo, ¿qué va a ser de mi en enero con todas las demás juntas y siendo de todo el temario? Ufff... tengo que aprender a no exigirme tanto y a ser consciente de mis limitaciones (Agh, siempre he odiado esa palabra, me revienta) pero es que me cuesta mucho pensar que no soy capaz de sacar sobresaliente en todo, me jode mucho y siento como si fuera una forma de fracasar. Necesito quitarme esa idea de la cabeza y cambiar mi pensamiento al respecto o me volveré loca, definitivamente.

Creo que ya estoy más o menos activa, y pensar en repasar el método me ha animado, así que voy a probar que tal se me da seguir, y espero ser capaz.

Ahora la cosa es buscar espacio en la puñetera mesa, porque me han arrinconado y no veas, vaya tela con la gente...

sábado, 22 de octubre de 2016

Tipos ideales

A veces tengo miedo. Mucho.
A veces no se como actuar cuando algo viene y me afecta de repente. Cuando se junta todo.

Espero poder quedarme en desconexión mucho tiempo. Lo necesito.

Aún así me siento bien, realmente sigo sonriendo, sigo feliz.
Pero es... eso. Que algo de pronto te afecte. Y no ser capaz de hablarlo con nadie porque hasta te avergüenzas de ti misma. 
Sé que es absurdo, pero es que yo soy muy absurda.

¿Soy yo la que cambia o me hacen cambiar? ¿Cambio yo el mundo o el mundo me cambia a mi?
Sociología empieza a calarme demasiado.

Respiro hondo y me reinicio. Las cosas solo afectan si tu lo permites.
Y ya hace tiempo que dejé de permitir ciertas cosas.

Seguiré.

Mi primer examen es en dos días

Tú dices libre y yo digo cobarde.
Cobarde todo aquel que no es capaz de comprometerse con el instante.
Cobarde todo aquel que no esté presente cuando el otro está desnudo y vulnerable.
Cobarde todo aquel que puso un límite desde el principio.
"Yo es que no quiero nada serio"
Como si no fuera lo suficientemente serio estar dentro físicamente de otro ser humano.




Como si no fuera lo suficientemente serio estar dentro físicamente de otro ser humano.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Bésame


Quería empezar poniendo esta canción, pues es... perfecta. Terminaré hoy con otra. Muy chula y recién descubierta.

Desde mi última entrada lo único que hago es ir a mejor, cada día más, cada día distinto. Cada día con una puñetera sonrisa en la cara. 
Parece que solo me pasan cosas buenas, y que se cumple eso de si piensas en positivo atraerás cosas positivas, así que quiero seguir así mucho tiempo, disfrutando cada segundo, incluso los de estrés y agobios (vaya tela la semana pasada con el trabajo de las narices, pero que bien salió al final y que orgullosa estoy :D) y quiero sacarle a cada segundo todo el jugo posible, quiero pasarme el día sonriendo, mirando a mi alrededor sabiendo que todo me pertenece y que todo va a salir bien, y que si no sale no importa porque aprenderé de ello, y porque me haré mas fuerte y me conoceré más.

Me sigo viendo una cría con mucho que aprender, y tengo muchas críticas alrededor que sé que tienen razón (por ejemplo las que me dicen que no debería escribir tanto en facebook o hacer mi vida pública y etc) pero aún tengo mucho tiempo por delante para ir haciéndolo, y cada día mejoro y avanzo, así que me quedo con eso


Fuimos a hacer el amor y parece que volvimos de la guerra.
Volaron los minutos teniéndote cerca; ocultos, y jugando mudos, juntos, a ese "truco o prenda".
Con el lenguaje de las manos, leyendo en braille cada surco de piel pero también tus labios.
Vivimos sin horarios lejos de calendarios, versos de pasión y no de aniversario.
Todo lo que no te dije, lo hice: cicatrices que aun recuerdo en sueños cuando despertamos vecindarios.

Mi más sentido bésame, bésame, besayuname; Ayúdame a deshacer la cama.
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras, por eso mejor dejarnos sin habla.
Perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo, así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo.
Estás en mi lista de sueños cumplidos, y en el de pecados compartidos.
Rompamos juntos la barrera del sonido cuando el gemido se coma el ruido.
Hagamos juntos todas las maldades. La dieta de los caníbales.
Soy de los que siempre creyó en las señales, por eso pégame, muérdeme, déjame cardenales.


Y navegué en tu piel, un marinero sin carne poniéndome tu desnudez de abrigo.
Te dije hazme lo que quieras y me hiciste a mí sin adjetivos, me pusiste a mi sentado y yo perdí el sentido.
Con los ojos de lujuria, con lo caras que están las caricias; me hice tuyo.
Me diseño trajes de saliva y liga.
Ya pagué mi crimen. 
Le puse fin, ahora tú solo dime, dame, y gime.
Tomame y di que tú estarás ahí, que no me olvide. 
Por ti por mi, que haga hasta que te corras el carmín… pero no el rímel.


Bésame, bésame, besayuname; Ayúdame a deshacer la cama.
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras, por eso mejor dejarnos sin habla;
Perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo, así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo.
Que he visto rejuntarse el hambre con las ganas, pero no hay mejor skyline que verte tumbada.
Cada vez que quedo con ella parece que unas voces nos dicen “silencio, se rueda”..
Y cuando llega la escena del beso pongo cara fea para repetir hasta la toma buena.
Reina del exceso, siempre fui un experto en coger el amor por donde quema.
Mi desmesura, con mano dura, ganas de locura y de acercar posturas encima de una noche a tu cintura.

Sentados como dos gatos sobre tejados de zinc, escurriendo botellas de champan ‘chin-chin’
En una noche de San Juan que parecía abril; clímax. 
Final Feliz


domingo, 9 de octubre de 2016

El principio del final

Llevo una semana de desintoxicación y ya noto esos efectos positivos. 
El guiñapito que yo era la semana pasada no tiene nada que ver con como me siento ahora mismo, y aunque tengo miedo al fin de semana que viene y a como me afectará el verle, me siento mucho más segura y capaz, y se que no tendrá nada que ver con la semana pasada.

Tenia razón, y fijar un camino y cerrar por completo era exactamente la solución que necesitaba, pues de la otra manera lo único que hacia era alimentar una parte de mis sentimientos que tienen que morir, no crecer, y esta semana infernal (porque ha sido una semana horrible) ha culminado al final en los primeros frutos del esfuerzo que estoy haciendo. 
Y es que llevo todo el finde con una sonrisa en la cara que hacia ya semanas que no aparecía.

Ya sabemos de sobra que soy una montaña rusa y que puede que mañana esté diciendo lo contrario, pero, como siempre, me quedo con el hoy.

Y... de mi otro dolor de cabeza, ese que también me tenía amargada por los acontecimientos que sé que habrán pasado este finde, pues... lo he aceptado. Y también es bueno ser capaz de cerrar ese capítulo por completo, hasta nuevo aviso o quizá para siempre, y creo que nos va a venir bien a ambos, aunque siga echándole de menos irremediablemente. Y aunque quizá él también me eche de menos a mi.

El caso es que al final la semana ha terminado mucho mejor de lo que esperaba, y que me siento bien conmigo misma. Ahora me toca seguir pasando un día maravilloso y disfrutar de las cosas que tengo alrededor y que me están haciendo feliz.


Ya no es lo que vemos, sólo importa dónde vamos, ya sé que nos queremos aunque no nos lo digamos. 
Es tarde, no hay tiempo, es el principio del final.

jueves, 6 de octubre de 2016

6 de Octubre de 2008

Pues nada, llegó el día. 

Básicamente os puedo decir que este día cambió mi vida hace ocho años. 
Hoy toca el que posiblemente sea el chico mas importante que ha pasado por mi vida hasta ahora, por el simple hecho de que es el padre de mi hijo. Todos sabréis de sobra quien es, pero le llamaremos Rojo
Es el único del que voy a escribir en el día que empezamos, y no el día que lo dejamos, porque sería imposible establecer una fecha para eso, en cierta manera creo que no lo dejaremos nunca, porque nuestro hijo estará uniéndonos el resto de nuestra vida, aunque ya no seamos pareja.

Le vi por primera vez el 15 de septiembre de 2008, y lo llamé a gritos (sin conocerlo) por un mote que en aquel entonces él odiaba. Curiosa manera de empezar, ¿verdad? Cinco días después nos conocimos oficialmente y creo que la atracción fue automática. Aunque en los días que siguieron sentí un amor-odio por él, me atraía pero tenía un estilo cani/irrespetuoso que no me gustaba nada. 
Al final el 4 de octubre le dio por lanzarse y nos besamos. Empezamos a salir por una conversación de msn en la que ambos decíamos que estar de rollo con alguien nos parecía tontería. 
Nunca olvidaré ese "Adiós novia" 
Madre mía, es que éramos unos críos.

A los tres meses ya nos estábamos peleando. Siempre pensé que deberíamos haberlo dejado ahí, pero entre nosotros siempre se impusieron las ganas de estar juntos antes que la lógica.
Tuvimos tantísimos altibajos, nos hicimos tanto daño durante tantos años... Miro atrás e intento averiguar qué fue lo que siempre hizo que pasara lo que pasara volviéramos, y aún no soy capaz de saber si era amor o necesidad, dependencia. A día de hoy estoy segura de que no sabíamos querernos, pero no puedo afirmar que no nos quisiéramos.
A las buenas creo que ha sido el chico con el que mas feliz he sido, la compenetración era absoluta, las risas, la complicidad, el poder hablar de cualquier cosa... A las malas ha sido con el que peor lo he pasado, sin ninguna duda, es el que mas daño me ha hecho. Sé que yo soy la que mas daño le ha hecho a él también.
En 2010 lo dejamos durante varios meses, y aquella época marcó un antes y un después entre nosotros, pues desencadenó una serie de sucesos que lo cambiaron todo entre nosotros, que marcarían nuestro futuro y dejarían una huella imborrable.
Ni siquiera voy a hablar de aquella época mas que esto.

El caso es que como siempre, volvimos. Y un año después me quedé embarazada. 
La verdad es que recuerdo que en aquella época estábamos relativamente bien, en comparación con otras, recuerdo que tras el susto y el miedo de tener un hijo con veinte años, no había nada que me hiciera más feliz que tener un hijo de Rojo, y estaba convencida de que sería un padre genial y de que estaría conmigo siempre, apoyándome, creí firmemente que era el principio del resto de nuestra vida, que estaríamos siempre juntos. Para mi un hijo lo significaba todo, y siempre me había prometido mantener a mi familia unida, y desde ese momento supe que Rojo y mi hijo serían mi familia y lo daría todo por ellos.
Pero la realidad no es tan fácil como la imaginación, Y la realidad fue que mi embarazo fue un infierno, que el primer año de vida del niño también, que no supimos llevar juntos el ser padres, que todo fue a peor, que todos los problemas que teníamos empeoraron y que al final todo explotó y en 2013 lo dejamos irremediablemente.

Mejor ni hablo de los dos años que siguieron. Quizá solo para decir que el 2015 fue uno de los peores años de mi vida, y que a la vez fue el año que mas cosas me demostré a mi misma
El pasado siempre vuelve, a veces para destrozarnos por completo, otras para hacernos ver que podemos con todo.
Y pese a toda la mierda que tuve aquel año, fue la primera vez en cinco años que saqué adelante mis estudios y que cogí las riendas de mi vida para mejorarla.
Eso no se lo debo a él, me lo debo a mi misma y a mi fuerza (y a María y Raúl y su apoyo y ayuda) pero lo que sí le debo a él son todas las trabas que me puso en el camino y que tuve que superar, todos los obstáculos que a veces me hicieron pensar que no sería capaz de salir de allí, pero que aprendí a sortear y me hicieron lo que soy ahora, invencible.
Bueno, creo que tengo que ser justa y decir que en el 2014 le hice muchísimo daño a él, y que me porté terriblemente mal. Supongo que cada uno sobrelleva las cosas como puede, y entramos en un bucle de "averquienhacemasdaño" quizá incluso sin darnos cuenta.

Este año ha sido el mas raro del mundo. Volver a llevarnos bien, normalizar nuestra situación, las dudas y los planteamientos que han pasado por mi cabeza a veces... 
Mi familia está segura de que es mala persona, yo nunca llegué a pensarlo, aunque a veces lo vi como la única explicación de sus actos. Estoy segura de que al revés pasó igual. 

Es 6 de Octubre. Hay días que jamás podrán olvidarse, hay cosas y sentimientos que jamás podrán olvidarse.

Lo que aprendí de él fue a ser fuerte y a superarlo todo, a superarle a él. Algún día le olvidaré por completo, algún día será simplemente el padre de mi hijo, sin nada mas allá de eso.

Aunque siempre extrañaré esa vida que imaginé junto a él, ese futuro que nunca será.

¿De qué sirve querer algo que siempre te hace daño? ¿Cuántas veces lo hemos intentado y siempre ha salido mal? ¿Hasta cuando durará esa manía de forzar algo que no sale?

No se muy bien como terminar esta entrada, es como esa historia que sabes que nunca va a acabar. 
No puedo evitar mirarle y desear que las cosas hubieran sido diferentes, que él hubiera sido quien yo necesitaba, y yo quien necesitaba él, que nuestro hijo hubiera tenido a sus padres siempre juntos. No puedo evitar mirarle y recordar todas las veces que hemos sido felices juntos, que hemos reído, que en sus brazos me he sentido segura, bien, tranquila. No puedo evitar echarle de menos mas veces de las que me gustaría admitir. No puedo evitar sentir esa pequeña esperanza en el fondo de mi pecho de que algún día podamos ser lo que ambos siempre quisimos ser.

Pero la lógica se impone. Y la lógica dice que juntos lo único que sabemos hacernos es daño, y que nadie se merece vivir como hemos vivido nosotros, quien menos, nuestro hijo.

Hay que seguir siempre adelante, cerrando capítulos, volteando la página.
El martes tuvimos una conversación que significó mucho para mi, y que hoy me ayuda a escribir esto y a cerrar el libro mejor de lo que lo he cerrado otras veces. Ya no me duele como me dolió el mismo martes. 

Los dos hemos perdido. Los dos hemos ganado.

Los dos hemos creado lo mas importante que se puede crear, y, de todo esto, solo con él me quedo.
Mi Jose Manuel.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Algún día

Estoy harta de tener que eliminar a gente que quiero de mi vida por el hecho de que tenerlas me hace daño.
Estoy harta de ser egoísta y a la vez no serlo.

Ojalá pudiera cambiar ciertos aspectos de mi forma de ser, para mantener siempre cerca a la gente que me importa...

Pero si quiero sobrevivir necesito tener alrededor cosas que me hagan bien, y no mal. Que saquen lo mejor de mi y no lo peor. 

No puedo cambiar a los que me rodean para adaptarlos a mis necesidades, por eso debo adaptarme yo, y ser consciente de mis limitaciones y de como funciono.


Algún día

domingo, 2 de octubre de 2016

A ratos

"Sé que he tomado la decisión correcta y que hago lo que es mejor para mi y mi salud mental, pero tengo ahora mismo tal hueco en el pecho que siento como si fuera un agujero negro que me absorbe.
Pero será mas fácil a partir de ahora, teniendo un camino que seguir."

Esto lo escribí ayer. Y aún siento el hueco en el pecho.
Pero tras la noche de ayer y el día de hoy me siento mucho mejor conmigo misma, me siento mas relajada y estoy mas tranquila.
Poco a poco.

Va a costarme y soy consciente de ello, estoy desintoxicándome de demasiadas cosas a la vez, y me paso la mayor parte del tiempo con ganas de llorar, pero también soy consciente de que lo necesito, y de que este odio hacia mi misma tiene que desaparecer alguna vez.

Me siento patética, mucho. Por echarle de menos, por permitir que se me note tanto, por dejar que me afecte como me afecta, por pensar las cosas que pienso y que prefiero no decir en voz alta porque me doy asco solo de pensarlas... 

Pero sigo pensando que merezco la pena.
No es malo querer.


He vivido alguna vez lo que está pasando, y sé que resucitaré cuando tenga un rato. 
Me he caído con un píe y sigo mejorando, y sé que la próxima vez cambiaré de bando. 
Nadie se merece un monumento, creo que no hay marcha atrás, al final siempre es el mismo cuento, al final siempre es el final.

Esta vez soy yo el que va perdiendo, no conviene sufrir más. 
Es una adicción, es un infierno el no parar de temblar...