Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

domingo, 24 de diciembre de 2017

Merezco la pena

Se nota cuando acaban las explosiones porque dejo de escribir aquí de forma compulsiva. La vida se me relaja, y las cosas dejan de parecer tan horribles. La semana pasada fue simplemente maravillosa, esta sigue siéndolo, y eso me ha hecho recordar que puedo ser feliz más que de sobra, aunque sea sola.
Y que de hecho lo mejor es ser feliz sola. 

Mi familia me da la vida, mis amigos me dan la vida. Y la gente que se ha ido no me da nada, y eso es lo que debo recordar siempre. Que quién se va lo hace por un razón, que no tiene porque haber culpables, pero que las cosas son como son y siempre tiene un por qué, aunque no lleguemos a descubrirlo nunca, o aunque tardemos años en hacerlo.

Ahora me doy cuenta del tiempo que he perdido, del tiempo que he ganado, de lo que me merezco, de lo que no me merezco. He vuelto a aprender sobre cosas que hago mal y tengo que cambiar, y sobre cosas que no me debo permitir a mí misma hacer a los demás.

Es Nochebuena. Y mis primos y mi tía están aquí, y mi bebé. Y después de la cena vendrá Raúl. Y soy feliz, estoy realmente contenta. Sigo sintiéndome triste, mal y rota cuando recuerdo ciertos temas, cuando pienso en él. Creo que hay cosas que nunca van a dejar de dolerme. Pero aprenderé a vivir con ellas, como siempre, como con todo. 
El caso es que pese a esos mares de tristeza que vienen a veces, me doy cuenta de que mi alrededor merece la pena, que tengo cosas buenas que no todo el mundo tiene, y que tengo que aprovecharlas.

"Y es que ya no sé ni quién soy, si soy mente o corazón.
Aunque nunca pensaba volver a pensarte de nuevo
Ya no quiero tener que dudar de si tengo claro lo que quiero.
Si la mente se niega a intentarlo y el corazón me dice 'le espero'
¿Con qué me quedo?"

Sé que soy mas corazón que mente, siempre ha sido así. Y estoy orgullosa de ello. Me gusta mi corazón y me gusta la forma en la que siento las cosas, aunque a veces eso me haga daño. También sé que mi corazón no es tan tonto como parece, y que sabe acostumbrarse a la realidad. Mi corazón lleva diciendo muchos años "le espero" y seguirá diciéndolo aún bastante tiempo. Hasta que aprenda, y deje de querer esperarle. Y entonces sí que podré tener una vida nueva, con alguien nuevo, con mi felicidad al completo. 
No tengo prisa, no voy a forzarme, también sé que en general eso nunca funciona. Voy a ir a mi ritmo, ayudando en lo que pueda, pero sin pasarse, voy a ir respirando hondo. Con ayuda, con apoyo. Con canciones, poemas y escribiendo.

Me quiero. Me quiero. Y tengo que quererme aún más. Y me merezco mucho. Me merezco mucho más de lo que pido, y es algo que tengo que grabarme a fuego y llevar a cabo. 
Ya no voy a rogar nunca más. Voy a darme, y voy a decirlo, y si no me quieren, saldrán perdiendo. Porque cuando me doy, me doy por completo. Y merezco la pena. Con todo lo malo que tengo, con todos mis problemas, con mi mal genio, con mi dificultad para ceder, con todo. Merezco la pena, y merezco la alegría.



Termino de escribir sonriendo. Y eso es simplemente fantástico.

Juro no soñar más con que vuelvas, prometo ser breve y salir sin hacer ruido.
Este adiós sé que será el definitivo, y es que a veces los "seremos" se quedan en "fuimos".

Y aunque el tiempo nos separó nunca nos alejamos, ganó la mente al corazón, pero nos recordamos.
Brindemos por momentos buenos, solo hagamos eco del amor de aquellos dos adolescentes que se amaron.
Antes de ti nunca sentí algo parecido. Nos perdimos, fuimos juntos y aprendimos.
Ha pasado tanto, no sé cuánto me duró el olvido.
Tu has sido la forma mas bonita de decir que ''No'' que me otorgó el destino.
Me inspiraste mas de mil constelaciones, y ahora puedo sonreír verlas brillando en otra parte.
Nuestro amor vivirá siempre en las canciones que te dediqué, aunque deban terminarse.
Nada que perdonarse, conjugaré en pasado el para siempre.
Ojalá te cuiden tanto como encanta cuando sientes.
Ya no pienso en que algún día volveré a verte, los caprichos del destino también son cuestión de suerte.

Nunca dudes de estos versos que despiden.
Sé que les preceden miles, pero ninguno más va detrás
No te aferres a lo que pudo haber sido, lo que un día construimos ya no volverá.
Y aunque guiaste mis pasos por el camino a tu boca, ahora debemos soltarnos poniendo punto y final
A la bonita historia de este par de idiotas que se amaron pero luego se dejaron marchar.


Es hora de volver a hacer público el blog.


¡¡¡FELIZ NOCHEBUENA!!!



No hay comentarios:

Publicar un comentario