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lunes, 3 de julio de 2023

Por las veces

Quizá debería estar haciendo algo que fuera más útil que escribir en este blog. Quizá debería pensar en todo lo que aún tengo pendiente, lo que debo hacer. Pero, mientras hacía tareas, ha sonado una canción que me ha hecho pensar que a veces es necesario parar, respirar, reordenar ideas y entonces seguir. Así que he decidido hacerlo.

Por las veces que no me escuché
Por las veces que me hice de menos
Por las veces que no me cuidé

Me está costando enfrentar mi vida, mi día a día. Mis pérdidas, mis metas y lo lejos que las veo. A veces me cuesta mirarme al espejo. No soy capaz de encontrar palabras positivas que decirme. Y llevo unas gafas que me impiden ver lo bueno de mi alrededor, que solo resaltan lo malo. No sé cómo cambiarlas. Y hay días en los que irme a dormir es un suplicio imposible de soportar, donde la voz en mi cabeza no se calla, me recuerda todo lo que tengo por delante, lo que me falta. Me repite una y otra vez "no vales" "no tienes nada, nunca lo tendrás".

Por las veces que no me atreví
Por las tardes que no tuve fuerzas
Por todos los gritos que pegué
Por lo mal que me traté, por lo mal que me hablé a veces

Pero, entonces, llega alguna otra voz, algún mensaje al móvil, alguna caricia.
Me llega el beso de Dani, su voz diciendo un te quiero. Suena un mensaje de Germán proponiendo algo chulo, o diciéndome lo genial que soy. Joshua me escribe para contarme algo que le ha hecho pensar en mi y en lo especial que soy. Rocío me envía algún video o canción que le ha recordado a mi y a nuestra relación, me repite que soy su hermana. María me escribe para preguntar cómo estoy, y me dice que me quiere mucho, que soy importante. Alec me manda videos o fotos de sus gatos, o me recuerda que nos quedan solo días para ver a Laura Pausini en directo. Mercedes me comenta en una publicación importante que una de las cosas por las que me quiere es por lo valiente que soy.

Puedes
Te juro que puedes
Encontraste fuerzas donde no quedaba nada
Puedes
Te juro que puedes

El grupo de mis amigos suena con algún plan genial para el fin de semana. Paula nos invita a su casa a cenar para estar juntos, Ale se ofrece a hacer empanadas y lagrimitas, Almu propone opciones, nos hace sonreír y nos motiva a salir. Planeamos un viaje a la playa juntos.
Algo ocurre en el trabajo y mi jefa me dice que soy una crack, que confía plenamente en mi.
Aparece mi hermana diciendo que me ama, que soy su mayor apoyo y no sabe qué haría sin mi. Mi madre ve que no me apetece comer y me insiste mil y una vez proponiendo hacerme distintas comidas que sabe que me gustan, hasta que me convence con alguna, y de camino me da un abrazo.
Yoel me mira y empieza a sonreír y reírse. Álvaro me ve y corre hacia mi para abrazarme al grito de "¡¡titaaaa!!"

¿Sabes? te han pasado tantas cosas hasta que has llegado aquí...
Yo sé que no ha sido fácil, pero ahora eres feliz
Saca pecho y mira al frente, sé que estás en plena curva
Te prometo que el camino al final se allana

Llego a casa y José Manuel me abraza, comienza a contarme su día, me explica cien cosas nuevas que se le han venido a la mente, nuevos inventos, nuevos juegos o historias. Me cuenta sus preocupaciones, me pide pasar tiempo conmigo, quiere jugar a algún juego de mesa, o simplemente tumbarse en mi cama mientras yo estoy en el ordenador. Reclama, simplemente, estar a mi lado. Quiere estar conmigo, hablar, jugar... Me demuestra que me quiere, me da un millón de besos y abrazos. Me hace sonreír, y a veces (muchas) me desespera.

Y aunque ahora te parezca casi un imposible
Aquí siempre sale el sol y lo encontraste sola
Y es que estás solo a un peldaño de borrar la herida
Te prometo que tu sueño está hecho a tu medida

Seguirán los días en los que me cueste levantarme de la cama, en los que sea difícil seguir y avanzar. Esos en los que al despertar piense en todo lo que me espera ese día y sienta una losa enorme en el pecho. Me volverá a pasar el mirarme al espejo y odiar mi reflejo. Y es muy posible que mañana siga pensando que jamás conseguiré independizarme, que nunca avanzaré en mi vida ni seré libre.

Por todas las veces que dudé
Por las tardes que he perdido el tiempo
Por las veces que no me gusté
Por las veces que escuché más al resto que a mi cuerpo

Quizá aún me falten muchos años de terapia por delante para poder curar las heridas que llevan sangrando media vida. Y es probable que tarde mucho en conseguir establecer rutinas en mi vida, organizarla, darle prioridad a lo importante y dejar de llorar por las esquinas.
Lo más seguro es que aún me quede mucho más tiempo del que me gustaría para poder quedarme embarazada de nuevo.
Pero ya queda menos para empezar a borrar las voces que durante media vida me dijeron que debía cambiar mi forma de ser, que intentaron convencerme de que soy mala persona. Que me hicieron culpable de cosas que no son mi responsabilidad.

Por las veces que fallé y no me pude reponer
Por las veces que el disparo atravesó el alma
También por las veces que me ahogué

Y, sobre todo, cada vez me queda menos para ser feliz. Porque ya soy feliz. Porque tengo una vida casi plena, en la que solo me quedan algunos pocos pasos para llegar al máximo de felicidad.
Tengo formación en el ámbito que amo, tengo gente maravillosa, tengo mi sitio. Mi familia. Tengo a mis perras y mis gatas, que me persiguen por toda la casa y hacen una fiesta al verme, que no se separan de mis pies. Tengo a una tortuga por la que he luchado para que creciese sana y cuidada, y que ya pesa casi 800 gramos y mide 20 centímetros.
Me tengo a mí misma. Y soy fuerte, soy resiliente, soy buena y soy capaz. Soy importante.

Puedes
Te juro que puedes
Encontraste fuerzas donde no quedaba nada
Puedes
Te juro que puedes

Nunca he estado, estoy ni estaré sola.