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jueves, 28 de septiembre de 2017

Estoy enamorada de ti

Estoy enamorada de ti.

Es difícil, ¿verdad?

Tengo 26 años y he tenido cuatro relaciones que considero serias de verdad, por todo lo que conllevaron.
A día de hoy no sé si alguna vez he estado enamorada. Si lo estuve y ya no. Si lo estuve y lo sigo estando.
Es simplemente extraño, es una sensación difícil.

Y da mucho miedo. Es un sentimiento que da mucho miedo.

Estoy enamorada de ti.

¿Lo estoy?

Sé que estoy pasando una semana difícil, y que me paso el día cansada, harta, desmotivada. Sé que todo lo que me pasa está en mi cabeza y en mi falta de fuerzas repentinas.
Rox dice que son las hormonas. 

Me dan ganas de escuchar a Andrés Suárez y Marwan, pero claro, eso es mala señal. Los adoro, pero no suelen traer nada bueno a no ser que mi ánimo esté muy bien puesto.

Te echo tanto de menos, me duele todo tanto por dentro. Mis noches... están más vacías, sigues sin estar. Echo de menos las conversaciones de antes de dormir. Las llamadas. El cariño. El amor. La confianza. La sensación de estar en casa.

Te quiero
¿Estoy enamorada de ti?


Rox me pasó esto ayer sin tener nada que ver conmigo, solo porque le gustó la frase. Pero... uf.

No se cómo describirlo todo.

Masu me hablaría tras leer esta entrada y me diría "¿te vas a poner con la regla?" y yo le diría que no, que ya no toca hasta el mes que viene. Así que ya no se que excusa darme para el plan anímico que he tenido esta semana.

Siento el poco sentido de toda esta entrada. Tengo mucha confusión por dentro sobre todo lo que me rodea.

Ojalá tú acompañándome esta noche. Ojalá tú a mi lado, rodeándome con los brazos que siempre sentí como mi hogar. Ojalá tus besos en el pelo, tus caricias infinitas. 

Me marcho a dormir, porque se me cierran los ojos. 

Sigo pensando en qué significa estar enamorada. Si alguien lo averigua que me lo diga, por favor.

Te quiero

lunes, 18 de septiembre de 2017

Pérdidas

Últimamente he estado pensando mucho en eso que solemos decir de "he perdido a alguien".
He llegado a la conclusión de que a las únicas personas que perdemos son a aquellas que nos quita la muerte, pero que el resto no son pérdidas.


¿A quién he perdido yo? Siempre he usado ese término para novios o amigos que ya no están, personas que una vez fueron importantes en mi vida y que ahora ya casi no están en ella. Pero no los perdí, ¿verdad? Lo que pasó fue que no los cuidé, o no me cuidaron. No se pierde a alguien por arte de magia, se pierde por muchas razones, y hay que asumir la propia culpa para evitar repetirlo.

Hace ya más de diez años, yo perdí a Rocío. Nos perdimos mutuamente. Y fue porque no nos cuidamos, fue porque no nos tuvimos en cuenta la una a la otra y, aunque sin querer, nos hicimos daño. ¿Cómo nos recuperamos? Hablando, queriéndonos, y dejando a un lado el orgullo. Ella me pidió perdón por haberme abandonado y haberme hecho daño, y yo hice lo mismo con ella. A veces sentimos que nos han traicionado a más no poder, pero también, a veces, merece la pena perdonar de verdad esa traición. 
Recuerdo que me sentí muy traicionada por Rocío en aquella época, y sentí que no me valoró ni me quiso. Luego comprendí que a veces nos ciega el egoísmo, porque ella sintió lo mismo por mi parte, ¿quién tiene razón entonces? Pues las dos. Porque las dos nos hicimos daño, y ninguna lo hizo de forma consciente.

Desde aquel día que hablamos y vi que Rocío seguiría conmigo, supe que nunca se iría, que habíamos superado algo muy difícil, y que si tras eso habíamos conseguido seguir, podríamos con todo. Porque nos queremos, porque somos hermanas.

También perdí un día a mi otra mejor amiga, esa que tenía desde que tengo recuerdos, mi Cristina, mi hermana. Y recuerdo que le eché la culpa por completo a ella. A día de hoy a veces aún lo hago. A ella la perdí y no la recuperé, a pesar de que también hablamos para arreglarlo. ¿Cuál es la diferencia entre ella y Rocío? ¿Por qué a Rocío la recuperé de verdad y a ella no? 
Porque ninguna hemos hecho el esfuerzo real de recuperarnos. Porque aunque habláramos en su momento, y aunque a día de hoy de vez en cuando nos preocupemos por la otra, aunque nos sigamos queriendo... realmente no pusimos interés en recuperar lo que un día tuvimos. Y eso hay que reconocerlo, de nada sirve decir "yo lo he intentado pero ella no". Es verdad que a veces una parte lo intenta de verdad y la otra parte no hace esfuerzos, y ahí pues no hay mucho que hacer, pero concretamente en mi caso... eso solo me ha pasado una vez, con Jony. El resto de "pérdidas" no han sido pérdidas, han sido amistades que no se cuidaron y que no se puso esfuerzo en recuperar, por ninguna de las partes.


Las relaciones siempre son cosa de dos, siempre. No hay excepciones, no hay forma de echarle la culpa al otro por completo y decir "yo no hice nada", porque lo único que harías sería engañarte a ti mismo, y eso al final no sirve de nada.
Es verdad que Cristina me hizo daño, muchísimo daño. Y recuerdo aquel vacío en el pecho al pensar cómo era posible que después de toda una vida ella me hiciera algo así, recuerdo las noches de llantos, las conversaciones con la gente de mi alrededor en las que solo sabía repetir "no lo entiendo, no me lo explico", esa manera en la que el dolor me corroía por dentro. 
A día de hoy me pongo a pensar y me doy cuenta de que yo tampoco me porté con ella todo lo bien que debía, que las excusas que ella me dio para lo que pasó, no eran tan pobres como me lo parecieron en ese momento, ¿sabéis por qué? Porque he aprendido que cada uno siente como siente, y le duele lo que le duele, aunque nosotros no lo entendamos, aunque nos parezcan tonterías o exageraciones. Rocío lleva toda la vida diciéndomelo, y yo le decía que tenía razón porque me sonaba lógico, pero hasta ahora no he llegado a ver de verdad hasta qué punto tiene razón, y cuanta verdad hay en esa afirmación. Para mantener una amistad, para cuidarla, no es necesario entender porqué le duelen las cosas que le duelen al otro, hay entender simplemente que le duelen,  respetarlas e intentar evitarlas.


Dije que después de aquella pérdida ninguna me haría daño. 
Mentira. 
Hay amistades que crees eternas y no lo son, como me pasó con Cristina. Hay amistades que sabes que no van a ser para siempre, y aún así no estás preparada para que se vayan. No estaba preparada para la última amistad que se ha roto.


Llevo años convenciéndome a mi misma de que no volvería a dolerme tanto que alguien desapareciera de mi vida, y me he dado cuenta de que me estaba engañando. Cuando quieres a alguien siempre va a dolerte que desaparezca, y a veces los años no son indicativo para la fuerza de la amistad. La fuerza de una amistad se mide en las veces que aguantamos al otro, que le levantamos cuando cae, que le ayudamos a mejorar, a sentirse bien, que le ponemos el hombro para que descanse, para que llore. Se mide en las veces que nos sacrificamos para que el otro sea más feliz. Y viceversa, porque siempre debe ser algo que fluya en ambas direcciones.

Hay personas que cuando desaparecen, te dejan un hueco en el pecho que va a quedarse toda la vida.
El tiempo no cura nada, solo te ayuda a acostumbrarte a vivir con las heridas para que no te escuezan, te ayuda a cerrar cicatrices, pero esas cicatrices siempre se quedarán en tu piel.


Voy a intentar no volver a decir que he perdido a alguien, porque no los he perdido, nos echamos mutuamente. Y hay que asumir esos errores, si no, nunca podremos crecer ni mejorar.


Te quiero

martes, 12 de septiembre de 2017

Si No Me Ves... Estoy De Retos

¡Buenas!

Hoy os escribo para contaros que he abierto un blog nuevo. Hace ya bastante que no abro uno nuevo para uso personal (este está en activo desde 2010), pero como es de una temática más concreta pues... me apetecía, y creo que me va a venir muy bien.

Así que nada, os dejo el enlace, y si queréis visitarme por allí andaré, a diario, de hecho (o eso espero)

¡Mil besos!




Te quiero

sábado, 9 de septiembre de 2017

El amor lo es todo

Qué bonito es el amor, ¿verdad?

Desde pequeños nos enseñan eso, las maravillas que puede lograr el amor. Si tenemos suerte, crecemos rodeados de él, pensando que es una de las necesidades principales para ser feliz. Y por si eso no fuera suficiente, nos bombardean desde muy temprano con historias de amor en todos los medios de comunicación, en casi toda la cultura. Cuando no es amor romántico, es fraternal. O incluso hacia los animales, las plantas, o la vida en sí misma.

El caso es que el mensaje es claro; el amor es importante, el amor es esencial. Pasamos la vida buscando el amor, intentando cazarlo en cada esquina y mirando a las personas que lo tienen con toda la envidia del mundo en nuestros ojos.

Pero al final nos volvemos escépticos, y resulta que dejamos de creer en el amor. Ya no nos parece bonito, estamos convencidos de que es la mayor mentira del mundo y pensamos que todo lo que creemos saber de él es debido a lo que nos han inculcado desde pequeños. Al final resulta que es mucho mejor estar solos, y es mucho mejor no amarrarse a nadie emocionalmente porque solo naciste y solo morirás y tu eres la única persona con la que vas a estar siempre.
La cosa es que, ¿sabéis qué? resulta que no nacimos solos. Resulta que hubo un médico, una comadrona, un familiar... una persona, en definitiva, sea quien fuera (a saber la de casos que se han dado) que nos hizo venir al mundo. No fuimos nosotros solitos los que vinimos, nos ayudaron. Y después nos ayudaron a crecer, a sobrevivir. Y lo cierto es que en la mayoria de los casos, todo eso lo hicieron por amor. El amor de un médico por su trabajo y por ayudar a dar vida, el amor de nuestra madre, de los familiares que vinieron después, de los amigos y personas que nos hicieron crecer y ser parte de lo que somos. Y el día que muramos, si tenemos suerte, no lo haremos solos. Posiblemente habrá personas cerca que nos ayuden a marcharnos tranquilos mientras nos dan la mano, e, incluso aunque no las haya, siempre tendremos dentro a alguien a quien hayamos amado, y eso nos hará sentirnos acompañados hasta el último segundo.

Somos lo que somos por el amor que llegamos una vez a sentir por los chicos o chicas que nos gustaron, los que nos rechazaron y los que fueron correspondidos. Somos lo que somos por el amor hacia nuestro trabajo, estudios, o futuro. Somos lo que somos por el amor hacia nosotros mismos, hacia las personas que nos rodean. Somos lo que somos por todas las veces que nos enamoramos, incluyendo aquellas en las que nos rompieron el corazón. 
La pura verdad es que nuestra vida la mueve el amor. Todos nuestros actos están motivados por él, y aunque queramos negárnoslo a nosotros mismos, sí que es una de las necesidades principales en nuestra vida para ser feliz.
Y eso no es malo.

No es malo porque si aprendes a amar sin miedo no importarán las veces que te hagan daño, solo contarán las veces que amaste y lo diste todo, las veces que sonreíste emocionado por una tontería y las veces que te sacrificaste o sacrificaste algo de tu vida para hacer feliz a alguien de tu entorno.

El amor es lo más grande, pero el problema reside en lo mal que lo usamos, en lo mal visto que está ahora, en la poca confianza que le tenemos, ¿por qué? Porque nos centramos en lo malo en lugar de seguir mirando hacia adelante, en lugar de quedarnos con todas las maravillas que hemos vivido cuando hemos amado, y porque en vez de ser feliz por lo vivido nos convertimos en piedra por lo que perdimos. Porque seguimos empeñados en no mirar a nuestro alrededor y ver la realidad, ya que preferimos teñirla del color que más nos convenga en ese momento. Y ese color no suele incluir el amor.

De lo que no nos damos cuenta es de que el amor tiene dentro todos los colores, el amor es un arcoiris infinito que todo lo envuelve y lo contiene, refleja luz, y sombras, refleja todo lo que podamos imaginar y, aún así, todavía le queda hueco para lo que no podemos ni imaginar.

Decimos "qué bonito es el amor", pero lo cierto es que el amor no es solo bonito.

El amor lo es todo.




Te quiero

jueves, 7 de septiembre de 2017

Sentimiento de caoba

La verdadera fortaleza reside en superar las ganas de tener algo que te hace daño. En saber lo que no quieres y defenderlo, pese a que veces la lucha tenga que ser contra ti misma. 
Ganarse a una misma es una de las mayores satisfacciones del mundo.

Porque la vida va pasando como un río que se escapa por las grietas de mi voz, y ahora solo quiero quedarme contigo, y he guardado el pasado en un cajón. Y he perdido la cabeza, y he mudado el corazón, y ahora solo me interesa tu sonrisa y el amor.
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Claro que seguiré recordándote. Claro que seguiré echándote de menos.
Y en las figuras de mis sueños muchas veces te encontraré a ti.
Es posible que las comparaciones a veces te dejen en muy mal lugar,
Pero también es cierto que a veces te alzarán por encima del resto.

Claro que voy a seguir extrañando los buenos sentimientos.
Sin embargo los malos son tan malos que jamás volveré a quererlos.
Y lo importante es eso, lo que no quiero.
No te quiero a ti, ni quiero tus recuerdos, tus manos, o tus besos.

Claro que seguiré deseando que todo hubiera sido distinto.
Y aún así no cambiaría por nada todo lo que he aprendido.
Ganaré todas las batallas necesarias, si con eso consigo mantenerte lejos.
Estudiaré cada sentimiento para que no me dañe tu recuerdo.

Voy a estar bien, porque de hecho ya lo estoy.
Puede que siga recordándote, puede que a veces me duela.
Pero mi vida ha mejorado en este tiempo.
Claro que pienso seguir mejorando. 
Claro que me sobran fuerzas.

7-9-17



Cada día estoy más orgullosa de mí misma y de todo lo que consigo.
A seguir.

Te quiero

domingo, 3 de septiembre de 2017

Esquemas

Vienes a revolverme los esquemas.
Cuando ya te había olvidado, cuando ya ni te pensaba.
Vuelves y quieres romperme mis esquemas.
Los que tan bien he elaborado, los que me han devuelto mi cordura.
No te voy a dejar cambiar mis esquemas.
Están hechos para sobrevivirte, para no volver a echarte de menos nunca.
Me da igual que quieras revolverme los esquemas.
Ahora soy fuerte, y toda mi fuerza reside en haber luchado para conseguir aquello que me quitaste.
No vas a romperme los esquemas.
Mi vida es mia, mi cordura es mía, y nunca volveré a ser tuya.
Puedes intentar cambiarme los esquemas.
Pero te aseguro que pase lo que pase, no volveré a ser aquella inconsciente que se rompió a sí misma para mantenerte en mi vida.

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Mi cumpleaños este año ha sido... perfecto. 
Ambos días, ambas celebraciones, todas las personas que han venido y han estado conmigo, las que me han felicitado, las que querían estar y no pudieron... todo.
Y hoy me siento bien, realmente bien. Y me siento fuerte, y segura de mí misma, y me quiero mucho más.

Pienso en aquella Irene de Enero y Febrero... y sé que ya no soy como ella, sé que aún me queda mucho por luchar, por ganar y por avanzar, pero todo lo conseguido hasta ahora merece la pena. Y pienso seguir así.

Gracias, en serio. A todos (Yo incluida 😜) 💓💖

Te quiero