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sábado, 9 de septiembre de 2017

El amor lo es todo

Qué bonito es el amor, ¿verdad?

Desde pequeños nos enseñan eso, las maravillas que puede lograr el amor. Si tenemos suerte, crecemos rodeados de él, pensando que es una de las necesidades principales para ser feliz. Y por si eso no fuera suficiente, nos bombardean desde muy temprano con historias de amor en todos los medios de comunicación, en casi toda la cultura. Cuando no es amor romántico, es fraternal. O incluso hacia los animales, las plantas, o la vida en sí misma.

El caso es que el mensaje es claro; el amor es importante, el amor es esencial. Pasamos la vida buscando el amor, intentando cazarlo en cada esquina y mirando a las personas que lo tienen con toda la envidia del mundo en nuestros ojos.

Pero al final nos volvemos escépticos, y resulta que dejamos de creer en el amor. Ya no nos parece bonito, estamos convencidos de que es la mayor mentira del mundo y pensamos que todo lo que creemos saber de él es debido a lo que nos han inculcado desde pequeños. Al final resulta que es mucho mejor estar solos, y es mucho mejor no amarrarse a nadie emocionalmente porque solo naciste y solo morirás y tu eres la única persona con la que vas a estar siempre.
La cosa es que, ¿sabéis qué? resulta que no nacimos solos. Resulta que hubo un médico, una comadrona, un familiar... una persona, en definitiva, sea quien fuera (a saber la de casos que se han dado) que nos hizo venir al mundo. No fuimos nosotros solitos los que vinimos, nos ayudaron. Y después nos ayudaron a crecer, a sobrevivir. Y lo cierto es que en la mayoria de los casos, todo eso lo hicieron por amor. El amor de un médico por su trabajo y por ayudar a dar vida, el amor de nuestra madre, de los familiares que vinieron después, de los amigos y personas que nos hicieron crecer y ser parte de lo que somos. Y el día que muramos, si tenemos suerte, no lo haremos solos. Posiblemente habrá personas cerca que nos ayuden a marcharnos tranquilos mientras nos dan la mano, e, incluso aunque no las haya, siempre tendremos dentro a alguien a quien hayamos amado, y eso nos hará sentirnos acompañados hasta el último segundo.

Somos lo que somos por el amor que llegamos una vez a sentir por los chicos o chicas que nos gustaron, los que nos rechazaron y los que fueron correspondidos. Somos lo que somos por el amor hacia nuestro trabajo, estudios, o futuro. Somos lo que somos por el amor hacia nosotros mismos, hacia las personas que nos rodean. Somos lo que somos por todas las veces que nos enamoramos, incluyendo aquellas en las que nos rompieron el corazón. 
La pura verdad es que nuestra vida la mueve el amor. Todos nuestros actos están motivados por él, y aunque queramos negárnoslo a nosotros mismos, sí que es una de las necesidades principales en nuestra vida para ser feliz.
Y eso no es malo.

No es malo porque si aprendes a amar sin miedo no importarán las veces que te hagan daño, solo contarán las veces que amaste y lo diste todo, las veces que sonreíste emocionado por una tontería y las veces que te sacrificaste o sacrificaste algo de tu vida para hacer feliz a alguien de tu entorno.

El amor es lo más grande, pero el problema reside en lo mal que lo usamos, en lo mal visto que está ahora, en la poca confianza que le tenemos, ¿por qué? Porque nos centramos en lo malo en lugar de seguir mirando hacia adelante, en lugar de quedarnos con todas las maravillas que hemos vivido cuando hemos amado, y porque en vez de ser feliz por lo vivido nos convertimos en piedra por lo que perdimos. Porque seguimos empeñados en no mirar a nuestro alrededor y ver la realidad, ya que preferimos teñirla del color que más nos convenga en ese momento. Y ese color no suele incluir el amor.

De lo que no nos damos cuenta es de que el amor tiene dentro todos los colores, el amor es un arcoiris infinito que todo lo envuelve y lo contiene, refleja luz, y sombras, refleja todo lo que podamos imaginar y, aún así, todavía le queda hueco para lo que no podemos ni imaginar.

Decimos "qué bonito es el amor", pero lo cierto es que el amor no es solo bonito.

El amor lo es todo.




Te quiero

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