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domingo, 24 de septiembre de 2023

Caminar

He vuelto a leer. 
Qué detalle más tonto, ¿verdad? Pero lo echaba de menos.

Quién me conoce sabe los dos años tan oscuros que he pasado. Desde aquel abril de 2021 en el que mi mundo estalló y llegué al límite, en el que casi acaba todo. 
Han sido dos años muy duros, difíciles. Extraños, oscuros. La vida se ha mantenido en una niebla que a veces parecía disiparse, pero que al final siempre volvía. 

La niebla se ha ido. Ya no la noto cerca siquiera, sé que se ha marchado.
Pero aún no hay sol tampoco, todavía están las nubes alrededor, recordando que queda mucho camino por andar. 

Germán no para de repetirme que mi felicidad o tranquilidad no debe depender de los demás, ni de quien me rodeo, si no de mi misma. Él cree que no soy consciente, pero lo soy, claro que sé que mi tranquilidad depende de mi, que debe depender de mi.

A veces no es fácil. Cuando las personas que te rodean te dificultan el camino, o cuando te lo facilitan... al final influyen en tu estado, y es difícil evitar que eso también te influya a ti.
Desarrollamos nuestras relaciones en función de lo que nos aportan y sentimos a su lado, es inevitable. Eso no quiere decir que nuestro bienestar dependa de esas relaciones, pero sí que cuentan, si que se notan.

Hay que encontrar el equilibrio. Hay que saber hasta dónde llegas tu y hasta donde llegan las personas de tu alrededor. Hay que saber dividir tu vida, repartir el amor que sientes y aprender hacia donde dirigirlo.

Siempre me ocurre lo mismo. Amo en exceso. Me doy en exceso. A veces sale bien, y otras no. Pero en general siempre se me devuelve ese amor, y la gente que me rodea termina amándome tanto como yo a ellas. Creo que soy afortunada por ello, pero aún así a veces es complicado conseguir el equilibrio, o sentir que lo consigues.

Esta semana también me han dicho que es fácil engancharse a mi, y casi en la misma conversación me dijeron que tenía que aprender a buscar personas que encajasen conmigo, que me facilitaran la vida, que ahora que somos adultos necesito ser consciente de lo que quiero y de lo que necesito, y si alguien no encaja en eso, por mucho que le quiera... debo dejarle ir.

Yo lo único que quiero y necesito es estar tranquila. Disfrutar de mis relaciones, de mis hobbies, de mi soledad, de mi familia, de mis animales. Estar en paz conmigo misma. Sentirme libre para ser feliz.

Por eso a partir de hoy aprovecharé cada minuto de libertad en mí misma, en buscar lo que me da paz, en redirigir mis pensamientos y sentimientos hacia las cosas que me hagan estar bien, en no sufrir.
En ser feliz con quien me rodea, con quien quiera estar conmigo y caminar a mi lado.

Necesito descansar de la vida que he llevado estos dos años (y todos los anteriores), de tanto sufrimiento y pensamientos oscuros, necesito seguir recuperando las ganas de vivir y avanzar.

Y pienso hacerlo con fuerza... y con mucho amor hacia mí misma.



Siempre acompañada de mi Laura

martes, 19 de septiembre de 2023

Esas mariposas

Acabo de descubrir esta entrada en la pestaña "Borradores" del blog.
Pone que fue creada el 27 de mayo de 2021.
No recuerdo por qué la dejé en borradores, me da la sensación de que fue porque no llegué a terminar de escribirla, pero la he leído y creo que se merece que la publique, aunque sea ahora, aunque sea sin un final concreto. 

No he tocado ni editado absolutamente nada.

Al fin y al cabo, por algo la escribiría la Irene de hace dos años y medio 🤷🏻‍♀️

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Qué bonito cuando te enamoras, ¿verdad?
Esas mariposas, esas ganas de hablar 24 horas, de tocaros, de estar cerca, de no separarse nunca.
Esa sensación es indescriptible. 

Pero, ¿qué ocurre cuando pasa el tiempo? ¿Es posible mantener esas sensaciones, ese hormigueo?
Hay quien dice que no, que del amor se pasa al cariño, a la rutina deseada. Dicen que el enamoramiento es químico y que se termina pasando, aunque queden otro tipo de sentimientos. 
Quizá por eso es tan fácil ser infiel, porque te emocionas cuando vuelves a sentir ese algo especial por alguien. Esas ganas de hablar, de verle, de tocarle.

¿Y qué pasa con las personas que nos dejamos por el camino?
Esos amigos y amigas con las que antes hablabas todo el tiempo, que siempre estaban en tu mente, que pertenecían irremediablemente a tu vida. 
Ya no son tan importantes. Esas personas no te hacen sentir las mariposas, así que sin darte cuenta te terminas centrando solo en quien las provoca.

¿Verdad que os ha pasado? O le ha pasado a alguien cercano. 

Es un tema que tiende a ser difícil. ¿Cuándo dejamos de estar enamorados? ¿Es posible volver a enamorarse de la misma persona varias veces?

Pero, sobre todo, cuando echas de menos las mariposas, cuando sientes que han desaparecido las ganas de estar juntos... ¿entonces qué haces?


miércoles, 13 de septiembre de 2023

Huelo a ti

Huelo a ti, y aún no estás.
El recuerdo de lo que no queda nos está envolviendo.
Huelo a ti, pero quizá son mis ganas de tenerte cerca.
La esperanza de un mañana que no llega.
Huelo a ti, y mi corazón no sabe lo que necesita.
Si un día más a tu lado o una vida entera lejos.
Huelo a ti, pero ya no estás. 
Y siento que no podremos entendernos, que todo ha sido en vano.
Huelo a ti, y mi cuerpo te echa en falta.
Aún intento estabilizar mis ganas.

Huelo a ti, un día más, una vida menos.
Cada vez más lejos.
Cada vez más cerca.

Intentando recomponer los trozos de lo que queda.