Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

martes, 28 de mayo de 2019

Las cosas que no pude responder

28 de Mayo. Cuatro meses sin escribir. Creo que es la primera vez que pasa tanto tiempo desde que en 2014 volví a usar esta vía de escape. No sé si eso significa que he estado lo suficientemente bien como para no necesitarla, o si he estado escondiendo, apartando y rehuyendo los sentimientos negativos.

Suelo preguntarme por qué. Por qué soy tan intensa en todos los sentidos, por qué tengo tantos nudos en la cabeza, por qué me cuestan tanto las cosas, por qué le doy vueltas a todo. Por qué no consigo olvidar.
¿Por qué no puedo olvidar? ¿Avanzar? Siento que estoy estancada emocionalmente en un lugar que no me gusta, que me hace sentir cosas que odio, que no me deja vivir de forma sana. Y tras tanto tiempo, sigo sin saber como seguir adelante cuando pienso en ello, cuando los fantasmas me cubren y lo vuelven todo negro.

Creo que hoy es la primera vez que en vez de la rabia, me ha invadido la tristeza. No sé si eso es un paso hacia delante o hacia atrás, o simplemente no es ningún paso. Pero creo que prefiero esta tristeza a la rabia agresiva, visceral y dañina que suele apoderarse de mi cuando ciertos pensamientos me atrapan. 

Sigo sintiendo que no soy suficiente, sigo sintiendo que no sé si hice bien, si tomamos la decisión correcta. Sigo sintiéndome atrapada, incluso cuando estoy feliz. Sigo sin saber cómo va a acabar esto. Sigue doliéndome el pecho, sigo notando el agujero negro que hace que todo el dolor se cuele y me invada.
Me paso el día deseando que existieran las máquinas del tiempo, y en el fondo sé que esa nunca será la solución, aunque todo mi ser desee que ciertas cosas nunca hubieran pasado.
Y vuelvo a ir del odio a la tristeza, de la confusión a la duda. Y vuelvo a llorar, una vez más.

Entonces pienso en Rocío, en sus palabras de hace ya... 15 años, que se dicen pronto. "Tu estás aquí, llorando, pero piensa, ¿cómo está él? ¿está igual? No, está feliz y tranquilo mientras tu estás aquí así"
Han pasado 15 años y me sigo sintiendo idiota al recordar aquello. Y me vuelvo a sentir idiota al darme cuenta de que lo repito una y otra vez, aunque las personas que lo causan sean distintas. Tengo la voz de Rocío sonando en mi cabeza, su cara de enfado, frustración y preocupación, y la quiero cien veces más que ayer. 

Estoy pensando en aquel año, aquel curso 2014/15, y me estoy dando cuenta de que pude. Pude. Pude incluso con el shock de que todo aquello me provocara pérdida de visión en el ojo derecho, que siempre había tenido bien. Mi salud no pudo tanto, pero yo si, mi salud mental y emocional pudo. Saqué primero de bachillerato, después de tantos años. Sobreviví al infierno, al dolor máximo, a las mentiras, a la guerra. Fui feliz. 
Después de aquello fui feliz, realmente feliz. Tras junio de 2015 comencé la época más feliz de mi vida, y no estoy exagerando. No recuerdo en toda mi vida una época más feliz que aquella. 
Se fue a la mierda de golpe, por volver a ser la estúpida que se deja influenciar por quien no busca nada bueno para ella, si no para si mismo. Supongo que ser una idiota no se supera tan fácilmente.
Echo mucho de menos a aquella Irene de 2015/2016. La que sacó solo nueves y dieces en segundo de bachillerato, un 11,5 en selectividad y tres matrículas de honor en su primer semestre de universidad. Estoy muy orgullosa de aquella Irene. Pero ahora no sé cómo rescatarla y hacer que vuelva.

Seguiré intentándolo.



¿Por qué aún sientes dentro de tu pecho todos los latidos de mi cuerpo?
¿Por qué no dejo de sentir que todavía formas parte de mi piel?
¿Por qué decides que te quieres volver loca cuando yo me he vuelto cuerdo?
¿Por qué intentamos avanzar mirando de reojo lo que pudo ser?
¿Por qué las cosas que arreglamos al besarnos las rompemos con palabras?
¿Por qué si yo te digo "adiós"... el corazón me dice "inténtalo otra vez"?
¿Por qué parece que sólo nos entendemos con las luces apagadas?
¿Quién diablos sabe calcular bien la distancia que debemos mantener?
El corazón... es un alumno limitado que nunca aprende.
El corazón... siempre la misma asignatura para septiembre.

¿Por qué es tan raro que el amor siempre resiste mucho más de lo que dura?
¿Por qué hay cuestiones en mi piel que sólo puede respondérmelas tu piel?
¿Por qué si vuelves a mandar algún mensaje aún se me rompen las costuras?
¿Por qué hacemos cosas que juramos que no llegaríamos hacer?
¿Por qué si aún sientes lo de antes tus ojos me dicen "ya no me haces falta"?
¿Por qué si siento lo de siempre no me atrevo a decirte "quédate"?
¿Por qué será que la felicidad ya nunca nos devuelve la llamada?
Creo que llamaré a esta canción "las cosas que no pude responder".
El corazón... que sale a caminar con los cordones desatados.
El corazón serán los restos de un tal vez que no ha cicatrizado.
El corazón parece ser que está empeñado en que lleguemos tarde…
El corazón…que ya está acostumbrado a caminar sobre un alambre...
El corazón...