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martes, 12 de diciembre de 2017

No quiero

Me siento completamente ridícula, estúpida, imbécil.

Llevo años perdonando, llevo años pasando por alto todo el daño, quedándome con lo bueno, siguiendo adelante. Y cada mínima vez que he recordado algo del pasado él me ha dicho que deje de mirar atrás.
Y resulta que al final el que más estaba mirando atrás era él.
Que después de todo se atreva a decirme que no confía en mi, que no se crea la mitad de las cosas que digo, que me martirice recordándome cosas que he hecho mal. Que se calle, y se calle, y se calle. Y luego explote.
Y me explote a mi cuando podían haberse evitado esas explosiones.

Tengo que arrancarme algo del pecho. Y no es arrancarle a él. Es arrancarme la idea de que quiero estar con él en el futuro. Es el sueño de una familia perfecta, de una familia feliz en la que podamos estar los tres, y llegar a ser cuatro. Tengo que arrancarme de cuajo esas ilusiones que mi parte racional sabe que jamás funcionarían de verdad. Porque sé que nunca confiará en mi. Sé que nunca va a olvidar ni perdonar, y sé que cada año que pase encontrará cosas nuevas que añadir a la lista de rencores.

Estoy temblando. Literalmente. Me tiemblan las manos y los dedos mientras escribo. Y no es de frío. Es de miedo, de emoción, de rabia. De pensar muy rápido y que la adrenalina me vuelva loca.

Vete, hazme el favor de irte. Me dolerá toda la vida. Pero no me mereces. Y no sé si yo te merezco, y puede que no. Pero está claro que hay cosas que la rabia no perdona.

Si la rabia no te olvida es porque tu no has olvidado.

Tengo que aceptar que va a estar con otra. Tengo que asumir que va a estar con otra. Tengo que aceptar que será de otra. Tengo que asumir que acabará con otra. Que no seré yo quien envejezca con el. Que no voy a ser yo quien viva con el, quien comparta sus días. Tengo que aceptar que va a estar con otra el resto de su vida. Si no es ahora será algún día, mas tarde o mas temprano.
Tengo que escribir cien veces que va a estar con otra para recordarme otras cien que esa otra no seré yo, que nunca va a estar conmigo. Tengo que aceptar que estará con otra. Que sera feliz con otra. Que otra le hará sentir especial. Que otra le dará todo lo bueno que le he dado yo. Y tengo que aceptar que yo acabaré con otro. Y que ese otro no será el. 


Mi cabeza va dando vueltas cada vez más rápido. Y mi cerebro funciona a mil por hora, volviéndome loca.
Le necesito. No le necesito.
Quiero estar con él. No quiero.

Estoy agotada y aún consigo mantenerme en pie.






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