Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

domingo, 23 de octubre de 2016

29 de Noviembre de 2014

Ya estoy lista para publicar la última entrada de mi propósito de este año, y me voy por todo lo alto, porque no podría cerrar con mejor persona. 
Hoy toca hablar de Turquesa.
He elegido el turquesa porque su color favorito es el azul, y como ese ya estaba asignado, he escogido para él mi tono favorito de azul, haciendo como la mezcla entre su color favorito y el mío. 
Turquesa <3 
Él siempre es maravilloso en todos los sentidos.

Turquesa es el chico del que casi más me habéis leído, porque volví a retomar este blog mas o menos cuando le conocí.

Le conocí en julio de 2014, porque comentó un estado de facebook de una de mis mejores amigas, y de ahí empezamos a hablar. Recuerdo la forma increíble de reírme sin parar con todas las conversaciones, de pegarnos hablando un montón de tiempo sin ser capaz de ponerle cara siquiera y de la cara de tonta que se me quedaba mirando el móvil, hasta el punto de que incluso mi hermana se daba cuenta.
Resultó que era el hermano del novio de esta amiga, así que un día quedamos para ir a la playa los cuatro y nos conocimos en persona mas o menos una semana después de haber empezado a hablar. Recuerdo que mi primera impresión fue "no me lo imaginaba así" y recuerdo a mi amiga diciéndome antes de que los chicos llegaran: "mi novio me ha dicho que el hermano está falto, y tu necesitas tirarte a alguien nuevo, así que os va a venir bien a los dos echar un polvo" 
Siempre diré que me lo vendieron como eso, un polvo. Pero vaya tela en lo que se convirtió aquel supuesto polvo xD

El chico tímido que me dijo cien veces que en persona se cortaba y que me decepcionaría mucho, aquel día de playa me plantó un beso que no se esperaba ni él, me parece, y volvimos de la playa cogidos de la mano en el coche, apoyado uno encima del otro entre caricias y besos. Dábamos asco puro, y yo no era consciente ni de qué estaba pasando.
Curiosamente desde ese día empezamos a hablar muchísimo menos, y él prácticamente no me hablaba, así que pensé que no le interesaba. Volvimos a quedar en grupo otro día, le saludé con dos besos y no pasó nada entre nosotros hasta bien entrada la noche y con varios chupitos de por medio. Al final ese día la intención fue dormir juntos, pero por caprichos del destino no llegamos a hacerlo, y ese supuesto polvo de una noche tardó aún un par meses en llegar, y para entonces... ya no queríamos que fuese solo un polvo.

Llegó a mi vida en mitad de una tormenta tremenda, en la que estaban Rojo y Negro a mi alrededor y en la que yo me estaba volviendo loca, y no sabía qué hacer con él o donde encajaba. Pero en parte me dio el empuje para terminar con lo que no me aportaba nada más que sufrimiento. 
En octubre explotó mi vida y todo mi mundo. Rojo y yo comenzamos una guerra y los fantasmas más oscuros de mi vida volvieron a ella. A día de hoy puedo decir que aquellos fueron los peores meses de mi vida, al menos por ahora, y que jamás lo había pasado tan tremendamente mal. En todo aquel caos, Turquesa fue simple y llanamente la calma, el remanso de paz, el lugar seguro. Cuánto aguantó y cuánto soportó por mi. Aún no puedo explicarme cómo es posible que se quedara a mi lado pese a todo lo que estaba viviendo.
El 29 de Noviembre me teñí por primera vez de rojo, por fin. Y ese día. con un simple intercambio de frases en mitad de la euforia de la noche, empezamos a salir de forma oficial. Estaba muerta de miedo y a la vez me sentía mas segura y protegida que nunca. 
Mi relación con Turquesa estuvo llena de miedos y de superaciones. Yo estaba segura de que no podía ser una buena novia, estaba segura de que la relación acabaría y estaba segura de que le haría mucho daño. Es cierto que la relación acabó, pero ni fui tan mala novia como yo esperaba ni le hice daño del modo en que creí que se lo haría, y la conclusión que saqué de ella fue que soy capaz de tener una relación y que no soy tan mala como he pensado toda la vida que era. 
Turquesa se mantuvo a mi lado firme cada día, haciéndome reír, dándome seguridad en mi misma, proporcionándome armas para ser fuerte. Y aún maldigo el momento en el que me di cuenta de que no estaba enamorada de él ni podría estarlo, porque sé que aquel día perdí a la mejor pareja que he tenido hasta el momento, y no se si algún chico será capaz de igualarle alguna vez, porque como él me quiso es muy difícil querer. 
Él es capaz de querer de forma desinteresada y sincera, de darlo todo sin miedo e intentando mejorar cada día, es capaz de seguir ahí sea como sea y no dejar que nada se interponga cuando se trata de hacerme feliz. Es una de las personas mas maravillosas que he conocido nunca.

Cambió mi vida, fue una pieza clave del cambio que se ha producido en mi durante estos años, me ayudó a estudiar, estuvo ahí cada día luchando conmigo para que me concentrara, estudiando a mi lado, explicándome matemáticas y ayudándome a conseguir aquel tremendo 10 que saqué en primero de bachiller, dándome la confianza y fuerza suficientes como para no faltar a clase y no dudar en mis exámenes, y gracias a todo lo que hizo estoy ahora mismo cumpliendo mi sueño.
Es de estas personas que, como Rocío, te hacen ver que si te quieren es porque realmente vales la pena, porque algo muy bueno tengo que tener para que alguien así me quiera como me quiere él, y eso me da una seguridad en mi misma que pocas cosas consiguen.

Ha pasado un año desde que lo dejamos, y sigue siendo uno de los pilares de mi vida. Trató a mi hijo como nadie lo ha tratado, y lo quiere tanto como me quiere a mi, estar con ellos dos era estar en familia, era estar en casa, y sigue siendo así a día de hoy. Con Turquesa me siento feliz, tranquila, segura, él es mi hogar, o parte de él, y con él soy yo misma sin ningún miedo ni ninguna duda ¿es posible de verdad tener tanta suerte? 

Cada vez que siento que flaqueo él me sujeta, y aunque nos llevemos semanas sin hablar cada vez que lo hacemos estamos felices juntos, puedo ser la persona más triste del mundo que cuando paso un día a su lado toda esa tristeza se evapora, y me siento bien con solo intercambiar dos palabras. Sus abrazos me reinician, su presencia me tranquiliza.

Con él he aprendido a quererme, a aceptarme, le conté todo mi pasado, todos mis lados oscuros, cosas que prácticamente nadie sabe, cosas horribles que hice o que pensaba, saqué toda la mierda que llevaba dentro y él la filtró, y me hizo ver mis partes buenas, las razones de mis actos, mi lado real. Me quiso, y me quiere, incondicionalmente, y yo nunca podré agradecerlo lo suficiente.

Solo pido que no se vaya nunca de mi vida, que siempre nos tengamos el uno al otro y que podamos vernos felices, cumpliendo nuestros sueños y metas. Le quiero, le quiero muchísimo más de lo que él podría imaginar, y espero tener toda la vida para devolverle al menos una mínima parte de lo que él me ha dado

El 7 de septiembre de 2014 fuimos por primera vez a un lugar que se convirtió en nuestro rincón privado, mágico e inquebrantable, y pese a solo conocernos de hace unos meses e incluso aún ni siquiera habernos acostado, me dijo "No te vayas nunca" y esa frase se quedó tatuada en mi alma y ahí sé que seguirá toda la vida, porque espero, de todo corazón, que jamás se vaya de mi vida ni yo de la suya.

_________________________________________________________

Y aquí se acaban los chicos de mi vida, su influencia sobre mi y nuestras historias, mi reflexión sobre ellos.
Me ha venido genial hacer este "ejercicio" y recordar poco a poco detalles que tenía guardados por puro miedo al recuerdo, sé que de lo vivido aprendo, y esto ya está aquí escrito para cada vez que quiera volver a leer quién he sido y cómo he avanzado.
Gracias a todos los protagonistas de estas entradas, por haber hecho de mi y de mi vida lo que somos ahora, por haberme influido, me da igual si positiva o negativamente, y por haberme hecho crecer. 
¡Que tengáis un buen año, que ya queda poco para acabar este!

No hay comentarios:

Publicar un comentario