Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

domingo, 30 de octubre de 2016

Tal vez podamos confundirnos

Temblando, con los ojos cerrados, el cielo está nublado y a lo lejos tu, hablando de lo que te ha pasado, intentando ordenar palabras para no hacerme tanto daño, y yo... sigo temblando.
De la mano y con mucho cuidado os besasteis en silencio cuando no había luz. Y me hace gracia tu manera de contarlo, como el que cuenta que ha pensado, que ha decidido que seguimos siendo amigos, y yo... estoy temblando y llorando, me había jurado que nunca iba a llorar, escuchando cada palabra que no quiero escuchar, desgarrándome, suplicándote, intentando hacerte recordar, pero tu solo dices "voy a colgar".

Ponte música en los oídos y abstráete, cambia de rumbo y de camino, mira desde otra perspectiva y sueña en otras direcciones. Y llora, llora siempre que haga falta, perdónate, conócete, vuelve una vez mas. Y vuelve a irte.

Es importante saber cuando es hora de cambiar las cosas, aunque dé miedo, aunque te asuste. Por eso me autoanalizo tanto, me exijo tanto, por eso pienso tanto y soy esa montaña rusa constante. Dudo siempre de mi y esas dudas me hacen cambiar y a la vez afianzarme mas en lo que soy.
¿Cuantas veces he desaparecido de aquello que me hacía daño? ¿Cuántas veces he sido capaz de empezar de cero? Todas. Siempre.

He sentido el calor de tus labios sin haberlos rozado.

Siempre me pasa lo mismo, una de cal y otra de arena. Me gustaría a veces saber exactamente qué hacer, y cual es el camino que me hace menos daño.
No tengo bien establecidas mis prioridades, esas cosas importantes que suelo dejar mas de lado de lo que debería, tengo que plantarme y cambiar lo que siento que debo cambiar, y recuperar mi tranquilidad y mi sosiego. Tengo claras mis metas, pero al final siempre dejo que otras cosas me alejen de ellas y me distraigan. 
Muchas hasta me hacen daño y me hacen ver que no aprendo.

Está sonando una canción que... madre mía. Ha escogido el momento exacto para tocarme la patata y la melancolía.

Porque yo se que esto es amor del verdadero, y sin dudarlo ni un momento te confieso que te quiero.

Por favor, por favor. Deja de esperar lo que sabes de sobra que no va a llegar nunca. Por favor, aléjate de esta vida. Date tiempo, vuelve a ser tu.


No hay comentarios:

Publicar un comentario