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jueves, 6 de octubre de 2016

6 de Octubre de 2008

Pues nada, llegó el día. 

Básicamente os puedo decir que este día cambió mi vida hace ocho años. 
Hoy toca el que posiblemente sea el chico mas importante que ha pasado por mi vida hasta ahora, por el simple hecho de que es el padre de mi hijo. Todos sabréis de sobra quien es, pero le llamaremos Rojo
Es el único del que voy a escribir en el día que empezamos, y no el día que lo dejamos, porque sería imposible establecer una fecha para eso, en cierta manera creo que no lo dejaremos nunca, porque nuestro hijo estará uniéndonos el resto de nuestra vida, aunque ya no seamos pareja.

Le vi por primera vez el 15 de septiembre de 2008, y lo llamé a gritos (sin conocerlo) por un mote que en aquel entonces él odiaba. Curiosa manera de empezar, ¿verdad? Cinco días después nos conocimos oficialmente y creo que la atracción fue automática. Aunque en los días que siguieron sentí un amor-odio por él, me atraía pero tenía un estilo cani/irrespetuoso que no me gustaba nada. 
Al final el 4 de octubre le dio por lanzarse y nos besamos. Empezamos a salir por una conversación de msn en la que ambos decíamos que estar de rollo con alguien nos parecía tontería. 
Nunca olvidaré ese "Adiós novia" 
Madre mía, es que éramos unos críos.

A los tres meses ya nos estábamos peleando. Siempre pensé que deberíamos haberlo dejado ahí, pero entre nosotros siempre se impusieron las ganas de estar juntos antes que la lógica.
Tuvimos tantísimos altibajos, nos hicimos tanto daño durante tantos años... Miro atrás e intento averiguar qué fue lo que siempre hizo que pasara lo que pasara volviéramos, y aún no soy capaz de saber si era amor o necesidad, dependencia. A día de hoy estoy segura de que no sabíamos querernos, pero no puedo afirmar que no nos quisiéramos.
A las buenas creo que ha sido el chico con el que mas feliz he sido, la compenetración era absoluta, las risas, la complicidad, el poder hablar de cualquier cosa... A las malas ha sido con el que peor lo he pasado, sin ninguna duda, es el que mas daño me ha hecho. Sé que yo soy la que mas daño le ha hecho a él también.
En 2010 lo dejamos durante varios meses, y aquella época marcó un antes y un después entre nosotros, pues desencadenó una serie de sucesos que lo cambiaron todo entre nosotros, que marcarían nuestro futuro y dejarían una huella imborrable.
Ni siquiera voy a hablar de aquella época mas que esto.

El caso es que como siempre, volvimos. Y un año después me quedé embarazada. 
La verdad es que recuerdo que en aquella época estábamos relativamente bien, en comparación con otras, recuerdo que tras el susto y el miedo de tener un hijo con veinte años, no había nada que me hiciera más feliz que tener un hijo de Rojo, y estaba convencida de que sería un padre genial y de que estaría conmigo siempre, apoyándome, creí firmemente que era el principio del resto de nuestra vida, que estaríamos siempre juntos. Para mi un hijo lo significaba todo, y siempre me había prometido mantener a mi familia unida, y desde ese momento supe que Rojo y mi hijo serían mi familia y lo daría todo por ellos.
Pero la realidad no es tan fácil como la imaginación, Y la realidad fue que mi embarazo fue un infierno, que el primer año de vida del niño también, que no supimos llevar juntos el ser padres, que todo fue a peor, que todos los problemas que teníamos empeoraron y que al final todo explotó y en 2013 lo dejamos irremediablemente.

Mejor ni hablo de los dos años que siguieron. Quizá solo para decir que el 2015 fue uno de los peores años de mi vida, y que a la vez fue el año que mas cosas me demostré a mi misma
El pasado siempre vuelve, a veces para destrozarnos por completo, otras para hacernos ver que podemos con todo.
Y pese a toda la mierda que tuve aquel año, fue la primera vez en cinco años que saqué adelante mis estudios y que cogí las riendas de mi vida para mejorarla.
Eso no se lo debo a él, me lo debo a mi misma y a mi fuerza (y a María y Raúl y su apoyo y ayuda) pero lo que sí le debo a él son todas las trabas que me puso en el camino y que tuve que superar, todos los obstáculos que a veces me hicieron pensar que no sería capaz de salir de allí, pero que aprendí a sortear y me hicieron lo que soy ahora, invencible.
Bueno, creo que tengo que ser justa y decir que en el 2014 le hice muchísimo daño a él, y que me porté terriblemente mal. Supongo que cada uno sobrelleva las cosas como puede, y entramos en un bucle de "averquienhacemasdaño" quizá incluso sin darnos cuenta.

Este año ha sido el mas raro del mundo. Volver a llevarnos bien, normalizar nuestra situación, las dudas y los planteamientos que han pasado por mi cabeza a veces... 
Mi familia está segura de que es mala persona, yo nunca llegué a pensarlo, aunque a veces lo vi como la única explicación de sus actos. Estoy segura de que al revés pasó igual. 

Es 6 de Octubre. Hay días que jamás podrán olvidarse, hay cosas y sentimientos que jamás podrán olvidarse.

Lo que aprendí de él fue a ser fuerte y a superarlo todo, a superarle a él. Algún día le olvidaré por completo, algún día será simplemente el padre de mi hijo, sin nada mas allá de eso.

Aunque siempre extrañaré esa vida que imaginé junto a él, ese futuro que nunca será.

¿De qué sirve querer algo que siempre te hace daño? ¿Cuántas veces lo hemos intentado y siempre ha salido mal? ¿Hasta cuando durará esa manía de forzar algo que no sale?

No se muy bien como terminar esta entrada, es como esa historia que sabes que nunca va a acabar. 
No puedo evitar mirarle y desear que las cosas hubieran sido diferentes, que él hubiera sido quien yo necesitaba, y yo quien necesitaba él, que nuestro hijo hubiera tenido a sus padres siempre juntos. No puedo evitar mirarle y recordar todas las veces que hemos sido felices juntos, que hemos reído, que en sus brazos me he sentido segura, bien, tranquila. No puedo evitar echarle de menos mas veces de las que me gustaría admitir. No puedo evitar sentir esa pequeña esperanza en el fondo de mi pecho de que algún día podamos ser lo que ambos siempre quisimos ser.

Pero la lógica se impone. Y la lógica dice que juntos lo único que sabemos hacernos es daño, y que nadie se merece vivir como hemos vivido nosotros, quien menos, nuestro hijo.

Hay que seguir siempre adelante, cerrando capítulos, volteando la página.
El martes tuvimos una conversación que significó mucho para mi, y que hoy me ayuda a escribir esto y a cerrar el libro mejor de lo que lo he cerrado otras veces. Ya no me duele como me dolió el mismo martes. 

Los dos hemos perdido. Los dos hemos ganado.

Los dos hemos creado lo mas importante que se puede crear, y, de todo esto, solo con él me quedo.
Mi Jose Manuel.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

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