Sigo dándole mas importancia a ciertas personas de la que merecen.
Nunca he sido de ir detrás de nadie, y no suelo hacerlo, pero aunque muchas veces he querido creerme la frase de "aprendí a darle a la gente la misma importancia que me dan a mi" no es cierto. Otra cosa es que se me note.
No me gustan las relaciones (sean del tipo que sean) en las que uno da mas que el otro. Me gusta hablar tanto como me hablan, me gusta ver a las personas tanto como ellas quieren verme a mi, y me gusta que me echen de menos tanto como yo las echo de menos. Pero eso no suele ocurrir. Por lo general al final siempre se está en desequilibrio
Y es una sensación feísima, ¿eh? Echar de menos a alguien que sabes que no te echa de menos a ti, o intentar hablar con alguien que no tiene ningún interés...
Supongo que por mucho que digamos, es imposible no dar importancia a aquel que para ti la tiene, aunque no sea recíproco, y que hay que aprender a vivir con ello sin dejar que te afecte mas de lo necesario.
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