No tengo dinero para el tren que me lleva a tu barrio, necesito aire en el pulmón del cielo de tus labios
Estoy en el metro, mirando el móvil, sin saber que hacer ni que pensar. Llevo todo el camino igual, con esta canción en repeat, con el alma hecha pedazos y las lágrimas a flor de piel.
He mirado por la ventana y he visto mi reflejo, y al bajar la vista me he dado cuenta de que el reflejo de la pantalla del móvil provoca un arcoiris en la ventana. Si miro a través de su reflejo, lo que veo es un móvil arcoiris.
¿Os he dicho ya tantísimo me gustan los arcoiris?
La ventana ha cedido al sol, que me aporta calor y algo de pena. No queda nada de alcohol, quien fuese cristo en la última cena
Ya he salido a la superficie, y el sol ha eliminado mi arcoiris.
Sigo sin saber que hacer ni como sentirme. Intento ser cuerda, pero con los sentimientos es imposible. Soy una montaña rusa.
Tengo unas ganas de llorar que me queman, y tengo ganas de salir corriendo del mundo, tengo ganas de gritar. Como aquella vez.
Nunca olvidaré aquel día, aquella primera foto, aquel desgarro por dentro. Aquellas ganas de morirme
No me canso de quitarme el sombrero cuando llueve por mojarme las canciones.
Y no me daré cuenta en esta puta vida de que lo que yo quiero es rellenar tus rincones
Y no me daré cuenta en esta puta vida de que lo que yo quiero es rellenar tus rincones
Ya van dos veces en estas semanas que acabo en el metro llorando. Por diferentes razones y a la vez tan parecidas, tan enlazadas.
Pensar en aquel desgarro me mata, y la lógica dice "no lo pienses, no lo recuerdes" pero yo no soy una persona lógica, y necesito recordar, para sentir siempre ese dolor, para no volver a permitir que se repita
Las pupilas ya sacian su sed, que son entre tu espalda enredaderas
La mar arde y no estas tu, y se hace menos tarde
La mar arde y no estas tu, y se hace menos tarde
Necesito a Rocío. Necesito cordura y objetividad. Necesito sobrevivir a esto.
Necesito entender, y no soy capaz de entenderme a mi ni a nada de lo que ha pasado en todos estos años.
Tantos años...
La ventana prescindió del sol, que va de emigración hasta mañana. Ya llegó la ansiada luz que nunca nos evita las miradas
Hay un paraíso en cada piel, y un dios en cada hombre, yo sigo poniendo en el sofá cojines de canciones
Hay un paraíso en cada piel, y un dios en cada hombre, yo sigo poniendo en el sofá cojines de canciones
Ya me he bajado del metro, y he tenido que sentarme en un banco a seguir escribiendo, a dejar que las lágrimas fluyan para ver si así se mitiga un poco el dolor.
¿Cómo se para este dolor, esta sensación de no saber si haces las cosas bien o mal?
Me encantaría ser capaz de mirar esto y no derrumbarme. Se que algún día lo conseguiré, que quizá solo debo tener paciencia, darme tiempo a mi misma para sanarme.
Pero nunca pensé que algo podría hacerme tanto daño, nunca creí que algo me rompería tanto. Y no sé como se sigue a partir de aquí, a partir de esto.
No sé como perdonar
No me canso de mirarte a la cara, no me canso de vivir en escenarios, y no hay mas adversarios que nosotros de espalda, que el amor son tres flores que se riegan a diario.
La vida son tres flores que se riegan a diario
La vida son tres flores que se riegan a diario
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