Cada vez me sorprendo mas conmigo misma.
Pero es que cada vez me sorprendo mas con los que me rodean también.
Una cree conocer a alguien, cree saber como va a actuar, y al final siempre se equivoca (o casi siempre) y se te queda cara de tonta y el cerebro del revés
Se supone que debería estar acostumbrada, pero no se porqué, sigo sin acostumbrarme, sigue doliéndome cada golpe como si fuera la primera vez, y siguen afectándome las cosas mas de lo que deberían
A lo que sí he aprendido es a seguir con mi felicidad pase lo que pase, a seguir sonriendo, a no hundirme.
Por suerte ahora es muy difícil hundirme, y eso es lo que me mantiene a salvo de cada golpe. Pueden dejarme confusa y dolorida un buen rato, pero me recupero y sigo adelante con facilidad y rapidez, lo cual ha mejorado mucho mi calidad de vida.
Se que aún tengo tanto que aprender que sigo sintiéndome una niña, pero también tengo esa ilusión por aprender que se tiene cuando eres pequeño.
Y quien no me quiera en su vida puede marcharse sin ningún problema, he aprendido a echar de menos sin que me afecte, y he aprendido a ser feliz conmigo misma, sin necesidad de nadie mas
Y me siento orgullosa de ello.
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