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jueves, 11 de enero de 2018

7 de Septiembre de 2014

Hola, amor mio.

Hoy me he dado cuenta, una vez más, de que no te valoro. De que en realidad nunca lo he hecho.
Desde el día en que te conocí siempre has estado, y aquí sigues, y nunca llegaré a comprender por qué. 


Muy pocas personas han visto todo lo malo que hay en mi y se han quedado para valorar lo bueno, muy pocas personas han seguido luchando porque creían que merecía la pena. 
Y sin embargo aquí estás, queriendo verme cada día, sacándome sonrisas cada vez que lo necesito, apoyándome cuando parece que estoy sola. 
Y yo sigo aquí, sin valorarte. Sin saber qué hacer para devolverte tan solo una cuarta parte de lo que me das. 
Nunca llegaré a creer que te merezco. Y sé que tu no solo es que opines lo contrario, si no que llegas a pensar incluso que me merezco algo mejor que tu. Como si acaso existiera algo mejor que tu. Alguien mejor que tu.


Te quiero mucho más de lo que demuestro, pero es que aún no he aprendido a querer bien. Y lo peor es que lo sabes, y lo mejor es que aún así me quieres. Y me lo demuestras. Eres la persona que más me ha demostrado que me quiere, la única de la que tengo la certeza absoluta de que lo que siente es de verdad. 
Ojalá fuera capaz de parecerme mas a ti, de amar como tu amas. De estar ahí, como tu estás. Ojalá me quisiera tanto como tu me quieres.


Pero estoy en ello, te lo aseguro, y sé que voy mejorando, sé que soy mejor que la Irene a la que conociste hace unos años, y sé que soy peor que la que estará contigo dentro de otros tantos.

Prometo hacer todo lo posible para no irme nunca de tu vida, prometo hacer todo lo posible para darte el trato que mereces, para aprender a querer mejor. Y prometo de verdad y de corazón que siempre vas a importarme, que siempre serás alguien importante en mi vida. Incluso aunque te marches. Porque lo que me has dado hasta ahora no se irá nunca. 


Gracias por existir, por estar conmigo, por hacerme feliz, por ser el mayor apoyo incluso cuando no te dejo serlo, por aguantarme, por conocerme, por aceptarme. Por hacer todo eso desde el primer día y no haber dejado de hacerlo desde el día que te conocí.

Te quiero, de verdad que te quiero, aunque no haga falta que te lo diga. 
Espero que este sea uno de los mejores años de tu vida, y te aseguro que pienso estar ahí para verlo y vivirlo contigo.

No te vayas nunca.

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