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viernes, 10 de enero de 2025

De nuevo, Enero

Mi mejor amigo me dijo la semana pasada que busco validación en quién no me valora, que vuelco todos mis esfuerzos y recursos en personas que no saben quererme o valorarme como me merezco, y que no los uso tanto en aquellos que ya sé que me quieren de verdad, porque son un puerto seguro para mí.

Creo que no iba muy desencaminado. Quizá se debe a cómo he crecido, a esa casa en la que hicieras lo que hicieras nunca era suficiente. Cuántas veces habré limpiado la casa a fondo y ha llegado mi madre y solo se ha fijado en la mínima cosa que he dejado de hacer. Cuántas veces me dijo mi padre que un 9 no eran buenas notas porque tenía que llegar al 10. Y eso son solo ejemplos muy tontos de más de 30 años de reproches casi diarios. He pasado la vida buscando cumplir expectativas imposibles, andando con miedo a pisar la mina que haría saltar a mis padres y su lluvia de críticas a lo mala que soy.

Así que ahora, cuando hay gente que me dice lo mala que soy, en lugar de ignorar lo que sé que no es verdad, intento demostrarles que se equivocan. Lo doy todo, me entrego en cuerpo, en alma, doy hasta lo que no tengo. Y me acabo dejando por el camino. Siempre pensando qué he hecho mal, en qué he fallado, por qué sigo sin ser suficiente. Siempre dándole vueltas a por qué esa persona sigue haciendo eso que tantas veces le he dicho que me duele, a por qué no le vale con lo que estoy dando y siempre pide más. Acostumbrada a los castigos emocionales, los que te hacen sentirte culpable por todo, aunque ni siquiera sepas bien qué has hecho, o porqué se supone que eso que estas haciendo está mal.

He crecido teniendo que adivinar los pensamientos y sentimientos de mi madre, sigo teniendo que hacerlo cada día, y me empeño en rodearme de gente que es así. Errática en la comunicación, dañina en sus actos. Gente que no me valora y que, cuando pongo límites, me echan la culpa. Y yo sé lo que valgo, aunque tardé mucho en darme cuenta y creérmelo. Aunque a veces todavía lo dude.

Pese a todo, la ansiedad me consume cuando pienso que voy a perder a alguien, aunque sepa que eso es lo mejor para mí. No soporto la idea de que la gente piense mal de mí, que crea que soy la mala.

Pero siempre seremos los malos en la historia de alguien, y quizá en parte tengan razón, pero yo me quedo con mi conciencia tranquila, sabiendo que lo di todo, que me entregué, que lo intenté.

Que nunca me rindo.

 





Tal vez si no sintiese un hueco aquí en el pecho
Quizás si respirase de nuevo
Si no cargase con todas las culpas que no tengo
Si me hubiese guardado un truco en el sombrero
No tendría que hacer magia, demostrarle a nadie nada
¿Cómo volar alto con las alas recortadas?

Tal vez si no creyese que habrá alguien decidiendo
Si soy digna de un huequito en el cielo
Tal vez si no tuviese que explicarle al mundo entero
Cómo estoy si ni yo misma sé que siento
No tendría que hacer magia
Y esbozar la línea curva que se emborrona en mi cara

Si se han quedado es para ver cómo se derrumba todo
Mi alma en llamas
Ellos provocaron el incendio y dicen que no saben nada
Lunes y paredes de cemento, mentes cuadriculadas
Y aunque viaje en música y cuadernos, soy un ave enjaulada
Y nadie dice nada

Tal vez si no me hubiese criado entre algodones
No tendría que esconder los moratones
De la vida y los fracasos, infinitas decepciones
Y borrarme de la frente el "sin el éxito no vales"
No tendría que hacer magia, demostrarle a nadie nada
¿Cómo volar alto con las alas recortadas?

Si se han quedado es para ver cómo se derrumba todo
Mi alma en llamas
Ellos provocaron el incendio y dicen que no saben nada
Lunes y paredes de cemento, mentes cuadriculadas
Y aunque viaje en música y cuadernos, soy un ave enjaulada
Y nadie dice nada

Si se han quedado es para ver cómo se derrumba todo 
Mi alma en llamas
Ellos provocaron el incendio y dicen que no saben nada
Lunes y paredes de cemento, mentes cuadriculadas
Y aunque viaje en música y cuadernos, soy un ave enjaulada
Y nadie sabe nada

¿Cómo volar alto con las alas recortadas?
Y nadie dice nada
Y nadie sabe nada

1 comentario:

  1. La zanahorias eran púrpuras. Solo a partir del siglo XVI cambiaron de color al naranja como resultado de un cruce deliberado.

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