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miércoles, 19 de octubre de 2016

Bésame


Quería empezar poniendo esta canción, pues es... perfecta. Terminaré hoy con otra. Muy chula y recién descubierta.

Desde mi última entrada lo único que hago es ir a mejor, cada día más, cada día distinto. Cada día con una puñetera sonrisa en la cara. 
Parece que solo me pasan cosas buenas, y que se cumple eso de si piensas en positivo atraerás cosas positivas, así que quiero seguir así mucho tiempo, disfrutando cada segundo, incluso los de estrés y agobios (vaya tela la semana pasada con el trabajo de las narices, pero que bien salió al final y que orgullosa estoy :D) y quiero sacarle a cada segundo todo el jugo posible, quiero pasarme el día sonriendo, mirando a mi alrededor sabiendo que todo me pertenece y que todo va a salir bien, y que si no sale no importa porque aprenderé de ello, y porque me haré mas fuerte y me conoceré más.

Me sigo viendo una cría con mucho que aprender, y tengo muchas críticas alrededor que sé que tienen razón (por ejemplo las que me dicen que no debería escribir tanto en facebook o hacer mi vida pública y etc) pero aún tengo mucho tiempo por delante para ir haciéndolo, y cada día mejoro y avanzo, así que me quedo con eso


Fuimos a hacer el amor y parece que volvimos de la guerra.
Volaron los minutos teniéndote cerca; ocultos, y jugando mudos, juntos, a ese "truco o prenda".
Con el lenguaje de las manos, leyendo en braille cada surco de piel pero también tus labios.
Vivimos sin horarios lejos de calendarios, versos de pasión y no de aniversario.
Todo lo que no te dije, lo hice: cicatrices que aun recuerdo en sueños cuando despertamos vecindarios.

Mi más sentido bésame, bésame, besayuname; Ayúdame a deshacer la cama.
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras, por eso mejor dejarnos sin habla.
Perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo, así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo.
Estás en mi lista de sueños cumplidos, y en el de pecados compartidos.
Rompamos juntos la barrera del sonido cuando el gemido se coma el ruido.
Hagamos juntos todas las maldades. La dieta de los caníbales.
Soy de los que siempre creyó en las señales, por eso pégame, muérdeme, déjame cardenales.


Y navegué en tu piel, un marinero sin carne poniéndome tu desnudez de abrigo.
Te dije hazme lo que quieras y me hiciste a mí sin adjetivos, me pusiste a mi sentado y yo perdí el sentido.
Con los ojos de lujuria, con lo caras que están las caricias; me hice tuyo.
Me diseño trajes de saliva y liga.
Ya pagué mi crimen. 
Le puse fin, ahora tú solo dime, dame, y gime.
Tomame y di que tú estarás ahí, que no me olvide. 
Por ti por mi, que haga hasta que te corras el carmín… pero no el rímel.


Bésame, bésame, besayuname; Ayúdame a deshacer la cama.
Te comería a versos pero me tragaría mis palabras, por eso mejor dejarnos sin habla;
Perdí el sentido del amor pero no del sarcasmo, así que te haré el humor hasta llegar al orgasmo.
Que he visto rejuntarse el hambre con las ganas, pero no hay mejor skyline que verte tumbada.
Cada vez que quedo con ella parece que unas voces nos dicen “silencio, se rueda”..
Y cuando llega la escena del beso pongo cara fea para repetir hasta la toma buena.
Reina del exceso, siempre fui un experto en coger el amor por donde quema.
Mi desmesura, con mano dura, ganas de locura y de acercar posturas encima de una noche a tu cintura.

Sentados como dos gatos sobre tejados de zinc, escurriendo botellas de champan ‘chin-chin’
En una noche de San Juan que parecía abril; clímax. 
Final Feliz


domingo, 9 de octubre de 2016

El principio del final

Llevo una semana de desintoxicación y ya noto esos efectos positivos. 
El guiñapito que yo era la semana pasada no tiene nada que ver con como me siento ahora mismo, y aunque tengo miedo al fin de semana que viene y a como me afectará el verle, me siento mucho más segura y capaz, y se que no tendrá nada que ver con la semana pasada.

Tenia razón, y fijar un camino y cerrar por completo era exactamente la solución que necesitaba, pues de la otra manera lo único que hacia era alimentar una parte de mis sentimientos que tienen que morir, no crecer, y esta semana infernal (porque ha sido una semana horrible) ha culminado al final en los primeros frutos del esfuerzo que estoy haciendo. 
Y es que llevo todo el finde con una sonrisa en la cara que hacia ya semanas que no aparecía.

Ya sabemos de sobra que soy una montaña rusa y que puede que mañana esté diciendo lo contrario, pero, como siempre, me quedo con el hoy.

Y... de mi otro dolor de cabeza, ese que también me tenía amargada por los acontecimientos que sé que habrán pasado este finde, pues... lo he aceptado. Y también es bueno ser capaz de cerrar ese capítulo por completo, hasta nuevo aviso o quizá para siempre, y creo que nos va a venir bien a ambos, aunque siga echándole de menos irremediablemente. Y aunque quizá él también me eche de menos a mi.

El caso es que al final la semana ha terminado mucho mejor de lo que esperaba, y que me siento bien conmigo misma. Ahora me toca seguir pasando un día maravilloso y disfrutar de las cosas que tengo alrededor y que me están haciendo feliz.


Ya no es lo que vemos, sólo importa dónde vamos, ya sé que nos queremos aunque no nos lo digamos. 
Es tarde, no hay tiempo, es el principio del final.

jueves, 6 de octubre de 2016

6 de Octubre de 2008

Pues nada, llegó el día. 

Básicamente os puedo decir que este día cambió mi vida hace ocho años. 
Hoy toca el que posiblemente sea el chico mas importante que ha pasado por mi vida hasta ahora, por el simple hecho de que es el padre de mi hijo. Todos sabréis de sobra quien es, pero le llamaremos Rojo
Es el único del que voy a escribir en el día que empezamos, y no el día que lo dejamos, porque sería imposible establecer una fecha para eso, en cierta manera creo que no lo dejaremos nunca, porque nuestro hijo estará uniéndonos el resto de nuestra vida, aunque ya no seamos pareja.

Le vi por primera vez el 15 de septiembre de 2008, y lo llamé a gritos (sin conocerlo) por un mote que en aquel entonces él odiaba. Curiosa manera de empezar, ¿verdad? Cinco días después nos conocimos oficialmente y creo que la atracción fue automática. Aunque en los días que siguieron sentí un amor-odio por él, me atraía pero tenía un estilo cani/irrespetuoso que no me gustaba nada. 
Al final el 4 de octubre le dio por lanzarse y nos besamos. Empezamos a salir por una conversación de msn en la que ambos decíamos que estar de rollo con alguien nos parecía tontería. 
Nunca olvidaré ese "Adiós novia" 
Madre mía, es que éramos unos críos.

A los tres meses ya nos estábamos peleando. Siempre pensé que deberíamos haberlo dejado ahí, pero entre nosotros siempre se impusieron las ganas de estar juntos antes que la lógica.
Tuvimos tantísimos altibajos, nos hicimos tanto daño durante tantos años... Miro atrás e intento averiguar qué fue lo que siempre hizo que pasara lo que pasara volviéramos, y aún no soy capaz de saber si era amor o necesidad, dependencia. A día de hoy estoy segura de que no sabíamos querernos, pero no puedo afirmar que no nos quisiéramos.
A las buenas creo que ha sido el chico con el que mas feliz he sido, la compenetración era absoluta, las risas, la complicidad, el poder hablar de cualquier cosa... A las malas ha sido con el que peor lo he pasado, sin ninguna duda, es el que mas daño me ha hecho. Sé que yo soy la que mas daño le ha hecho a él también.
En 2010 lo dejamos durante varios meses, y aquella época marcó un antes y un después entre nosotros, pues desencadenó una serie de sucesos que lo cambiaron todo entre nosotros, que marcarían nuestro futuro y dejarían una huella imborrable.
Ni siquiera voy a hablar de aquella época mas que esto.

El caso es que como siempre, volvimos. Y un año después me quedé embarazada. 
La verdad es que recuerdo que en aquella época estábamos relativamente bien, en comparación con otras, recuerdo que tras el susto y el miedo de tener un hijo con veinte años, no había nada que me hiciera más feliz que tener un hijo de Rojo, y estaba convencida de que sería un padre genial y de que estaría conmigo siempre, apoyándome, creí firmemente que era el principio del resto de nuestra vida, que estaríamos siempre juntos. Para mi un hijo lo significaba todo, y siempre me había prometido mantener a mi familia unida, y desde ese momento supe que Rojo y mi hijo serían mi familia y lo daría todo por ellos.
Pero la realidad no es tan fácil como la imaginación, Y la realidad fue que mi embarazo fue un infierno, que el primer año de vida del niño también, que no supimos llevar juntos el ser padres, que todo fue a peor, que todos los problemas que teníamos empeoraron y que al final todo explotó y en 2013 lo dejamos irremediablemente.

Mejor ni hablo de los dos años que siguieron. Quizá solo para decir que el 2015 fue uno de los peores años de mi vida, y que a la vez fue el año que mas cosas me demostré a mi misma
El pasado siempre vuelve, a veces para destrozarnos por completo, otras para hacernos ver que podemos con todo.
Y pese a toda la mierda que tuve aquel año, fue la primera vez en cinco años que saqué adelante mis estudios y que cogí las riendas de mi vida para mejorarla.
Eso no se lo debo a él, me lo debo a mi misma y a mi fuerza (y a María y Raúl y su apoyo y ayuda) pero lo que sí le debo a él son todas las trabas que me puso en el camino y que tuve que superar, todos los obstáculos que a veces me hicieron pensar que no sería capaz de salir de allí, pero que aprendí a sortear y me hicieron lo que soy ahora, invencible.
Bueno, creo que tengo que ser justa y decir que en el 2014 le hice muchísimo daño a él, y que me porté terriblemente mal. Supongo que cada uno sobrelleva las cosas como puede, y entramos en un bucle de "averquienhacemasdaño" quizá incluso sin darnos cuenta.

Este año ha sido el mas raro del mundo. Volver a llevarnos bien, normalizar nuestra situación, las dudas y los planteamientos que han pasado por mi cabeza a veces... 
Mi familia está segura de que es mala persona, yo nunca llegué a pensarlo, aunque a veces lo vi como la única explicación de sus actos. Estoy segura de que al revés pasó igual. 

Es 6 de Octubre. Hay días que jamás podrán olvidarse, hay cosas y sentimientos que jamás podrán olvidarse.

Lo que aprendí de él fue a ser fuerte y a superarlo todo, a superarle a él. Algún día le olvidaré por completo, algún día será simplemente el padre de mi hijo, sin nada mas allá de eso.

Aunque siempre extrañaré esa vida que imaginé junto a él, ese futuro que nunca será.

¿De qué sirve querer algo que siempre te hace daño? ¿Cuántas veces lo hemos intentado y siempre ha salido mal? ¿Hasta cuando durará esa manía de forzar algo que no sale?

No se muy bien como terminar esta entrada, es como esa historia que sabes que nunca va a acabar. 
No puedo evitar mirarle y desear que las cosas hubieran sido diferentes, que él hubiera sido quien yo necesitaba, y yo quien necesitaba él, que nuestro hijo hubiera tenido a sus padres siempre juntos. No puedo evitar mirarle y recordar todas las veces que hemos sido felices juntos, que hemos reído, que en sus brazos me he sentido segura, bien, tranquila. No puedo evitar echarle de menos mas veces de las que me gustaría admitir. No puedo evitar sentir esa pequeña esperanza en el fondo de mi pecho de que algún día podamos ser lo que ambos siempre quisimos ser.

Pero la lógica se impone. Y la lógica dice que juntos lo único que sabemos hacernos es daño, y que nadie se merece vivir como hemos vivido nosotros, quien menos, nuestro hijo.

Hay que seguir siempre adelante, cerrando capítulos, volteando la página.
El martes tuvimos una conversación que significó mucho para mi, y que hoy me ayuda a escribir esto y a cerrar el libro mejor de lo que lo he cerrado otras veces. Ya no me duele como me dolió el mismo martes. 

Los dos hemos perdido. Los dos hemos ganado.

Los dos hemos creado lo mas importante que se puede crear, y, de todo esto, solo con él me quedo.
Mi Jose Manuel.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Algún día

Estoy harta de tener que eliminar a gente que quiero de mi vida por el hecho de que tenerlas me hace daño.
Estoy harta de ser egoísta y a la vez no serlo.

Ojalá pudiera cambiar ciertos aspectos de mi forma de ser, para mantener siempre cerca a la gente que me importa...

Pero si quiero sobrevivir necesito tener alrededor cosas que me hagan bien, y no mal. Que saquen lo mejor de mi y no lo peor. 

No puedo cambiar a los que me rodean para adaptarlos a mis necesidades, por eso debo adaptarme yo, y ser consciente de mis limitaciones y de como funciono.


Algún día

domingo, 2 de octubre de 2016

A ratos

"Sé que he tomado la decisión correcta y que hago lo que es mejor para mi y mi salud mental, pero tengo ahora mismo tal hueco en el pecho que siento como si fuera un agujero negro que me absorbe.
Pero será mas fácil a partir de ahora, teniendo un camino que seguir."

Esto lo escribí ayer. Y aún siento el hueco en el pecho.
Pero tras la noche de ayer y el día de hoy me siento mucho mejor conmigo misma, me siento mas relajada y estoy mas tranquila.
Poco a poco.

Va a costarme y soy consciente de ello, estoy desintoxicándome de demasiadas cosas a la vez, y me paso la mayor parte del tiempo con ganas de llorar, pero también soy consciente de que lo necesito, y de que este odio hacia mi misma tiene que desaparecer alguna vez.

Me siento patética, mucho. Por echarle de menos, por permitir que se me note tanto, por dejar que me afecte como me afecta, por pensar las cosas que pienso y que prefiero no decir en voz alta porque me doy asco solo de pensarlas... 

Pero sigo pensando que merezco la pena.
No es malo querer.


He vivido alguna vez lo que está pasando, y sé que resucitaré cuando tenga un rato. 
Me he caído con un píe y sigo mejorando, y sé que la próxima vez cambiaré de bando. 
Nadie se merece un monumento, creo que no hay marcha atrás, al final siempre es el mismo cuento, al final siempre es el final.

Esta vez soy yo el que va perdiendo, no conviene sufrir más. 
Es una adicción, es un infierno el no parar de temblar...