No sé cómo lo haces
Sabes leerme tan bien
Me conoces mejor que yo misma
Veo todo lo que haces
Para que me sienta bien
Has sido fuerte, aunque este fuerte la vida
Tú eres mi refugio
Y mi lugar seguro
Estar entre tus brazos es lo que me cambia el mundo
Sé que lo tengo todo
Así se acabe el mundo
Porque estarás conmigo hasta el último segundo
A veces me siento derrotada
Un poco cansada,
Y tú, te quedas a mi lado
Aunque me he equivocado
Nunca te has ido lejos
Tú nunca me has soltado
Solo tú me conoces
Con lo bueno y lo malo
Quédate para siempre
Nunca sueltes mi mano
Esta canción lleva atormentándome desde que la escuché por primera vez, hace semana y algo.
Me encanta la canción, la letra y la melodía.
Pero me atormenta. Me atormenta muchísimo.
Porque me recuerda a él. Porque se la hubiera mandado de forma automática si la hubiese escuchado en febrero, la habría puesto de fondo en nuestra vida. Sería de esas que habría querido en nuestra boda.
Me sigo sintiendo rota. Demasiado.
Odio cada vez que me habla, cada vez que tengo que verle. Ojalá pudiera desaparecer al 100% de mi vida. Le odio tanto como he llegado a amarle. Y odio odiarle. No quería hacerlo nunca mas. Este no era el plan, así no iban a ser las cosas. Nunca.
Ni siquiera quiere admitir lo que hizo. No quiere reconocerse a si mismo que sí fue mucho mas consciente de lo que cree. Me dice "cree lo que quieras", y, con esta misma canción sé que él se sentiría identificado, porque nadie le conoce como yo, nadie me conoce como él. Ni familia, ni amigos. Demasiado tiempo juntos, demasiada vida.
Es imposible que no se diese cuenta. Absolutamente imposible.
Pero no quiso darse cuenta.
Y por eso le odio.
Tengo que vivir con ello el resto de mi vida.
Este no era el plan.
Odio echarle de menos, y la vez tener la más absoluta certeza que no quiero tenerle cerca nunca mas. Odio recordar toda una vida que de golpe ha desaparecido, unos recuerdos que ya no significan nada.
Me atormenta pensar en cómo la persona que más cosas ha hecho en mi vida por mi, con la que más segura me he sentido, la que mas tranquila me ha hecho sentir, el que era mi hogar, mi sitio, quien más me ha amado en todos los sentidos... se ha convertido en todo lo contrario.
Y tengo que aceptarlo, seguir adelante, continuar. Pero por qué, por qué, por qué. Si parecía que todo iba cada vez mejor. Si estábamos en el camino.
Sé que lo idealizo. Sé que no era tan así. Sé que fallaban demasiadas cosas. Sé que he pasado demasiado tiempo forzando y esperando algo que, claramente, no iba a pasar. ¿Pero tenía que terminar así?
Quizá sí.
Quizá era la única manera de despegarme de él de verdad, de dejarlo atrás. De avanzar sin seguir esperando.
Quizá es eso lo que me ha permitido enamorarme de esta manera en la que estoy ahora y que tan rara se me hace. Tan poco conocida, tan abrumadora.
¿Qué es lo que hace que nos enamoremos de alguien? No paro de darle vueltas a esa pregunta, de analizarme a mi y a mis relaciones, a los sentimientos que he tenido y tengo...
Pero eso lo hablaré en otra entrada.
Hoy estoy derrotada, cansada... y estoy intentando no necesitar que nadie se quede conmigo. Mantenerme sola, continuar sola.
Porque si, me estoy acostumbrando a las grandes pérdidas.
Pero ya no puedo con mas.
Ya no puedo, así, en general, con esta vida que tanto me pesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario