Todos tenemos demonios internos. Ideas, recuerdos, sueños frustrados, sentimientos negativos que a veces nos atrapan y ahogan.
La clave está en cómo nos enfrentamos a ellos. Cómo sobrevivimos.
Reconozco que tengo mil demonios en el alma, miles de miedos, recuerdos que me aplastan y sentimientos que a veces me desbordan.
Me da miedo el futuro. Me da miedo estar equivocándome. Me da miedo luchar sin sentido. Me da miedo quedarme anclada en esta vida para siempre.
Me da miedo que no me quieran como necesito que me quieran. Me da miedo perderme. Me da miedo no ser suficiente.
Me da miedo hacer daño a quien me rodea. Me da miedo ser mala madre, hermana o hija. Me da miedo no conseguir mis metas.
Trabajo cada día con esos miedos, para abrazarlos a veces y combatirlos otras.
Pero qué complicado.
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