Iba a irme a dormir, pero he sido consciente de que necesitaba escribir, que necesito soltar.
Hoy he pensado mucho en Fran, quizá demasiado. Quizá porque he hablado, pensado y tratado hoy mucho el tema del interés y las relaciones recíprocas. Quizá porque era el derbi y, aunque intento no saber nada del fútbol, no he podido evitar pensar que es el primero que ya no he estado obligada a ver.
He pensado en mi misma diciéndole continuamente lo mucho que me gustaba, buscando cosas que le hicieran feliz, que le quitasen carga, esforzándome al máximo para mejorar su vida.
No quiero sentirme nunca más así, nunca, ni de forma remotamente parecida. No quiero volver a decirle a alguien lo mucho que me gusta, que me atrae o lo mucho que le quiero, y que no me respondan de la misma manera. Es más, ojalá fuera yo la que tuviese que responder, y no la primera en hablar.
He pensado también en la cantidad de veces que sentí que no me quería a mi por mi misma, si no porque encajaba en su plan y sus ideas. Pero que cualquiera que encajase le habría valido.
Tampoco quiero volverme a sentir así. No quiero ser la que cumple necesidades y tapa agujeros que podría arreglar cualquier otra que sirviese para subir el ego y cumplir expectativas.
No quiero una relación porque no creo que haya nadie que vaya a seguir mi ritmo emocional, sexual, sentimental o romántico. Y no es una queja en plan "voy a estar siempre sola", es un "prefiero estar sola que conformarme con menos de lo que quiero y merezco"
Me da igual que esto suene creído, pues hablo desde la sinceridad de lo que pienso y he vivido, y, la realidad es que soy una novia increíble. Me ha costado aprender a serlo, que conste, he tenido que reconocer muchas cosas de mi misma que no son buenas, mirar desde otra perspectiva y aplicar todo lo nuevo en diferentes contextos. Y eso ha sido agotador estos años.
No puedo controlar al 100% lo que siento, pero sí el cómo actúo. Y mi actuación a partir de ahora será muy diferente, por la sencilla razón de que en mi cabeza esta activo el piloto que me protege de lo que me hace daño.
Tengo la sensación de que me he dejado demasiadas cosas por soltar, pero se me cierran los ojos y me levanto dentro de pocas horas, así que voy a terminar aquí, pero no descarto volver mañana y continuar abriendo esta dichosa locura que es mi cabeza.
Pero que sábado tan precioso pasé, que viernes tan increíble. Que domingo más raro.
Sigo luchando.
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