Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

martes, 18 de marzo de 2025

Tan asustada

Las ganas de llorar son reales.
Las ganas de romperme, de gritar. La incapacidad para llevar el peso que me atrapa.

Hago como que no. Hago como que todo está bien, como que no ha sido tan grave, como que no me ha hecho tanto daño. Hago como que todo seguirá bien más pronto que tarde.

Y no me sale ni hablarle, ni mantenerle una conversación, ni querer verle.

Solo quiero llorar y salir corriendo.

Necesito desconectar y no sé cómo. No he sido capaz de trabajar en condiciones, no soy capaz de pensar con claridad. 
Me siento tan... dañada.

Tan asustada.

Siento mi cabeza a punto de estallar, buscando desesperadamente una vía de escape que me haga sentir algo mejor, que me repare. ¿Cómo se hace eso? ¿A quién pido ayuda? ¿En quién me apoyo?

De pronto la soledad es aplastante, y sólo me queda acostumbrarme a ella, a esa falta, ese vacío. A la ausencia no elegida de quien se supone que no iba a fallarme.

Estoy muy cansada.

Tengo esa necesidad de que me cuiden, me abracen, me digan cosas bonitas y yo sienta que no tengo que preocuparme por nada, que todo estará bien.

Solo quiero llorar.
Y quedarme así, hecha bolita. Con todo el peso encima.

Tan asustada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario