Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

sábado, 26 de septiembre de 2015

Sobrevivir

Se supone que con el tiempo te acostumbras. Se supone.
Porque definitivamente no me acostumbro. No soporto los días sin mi hijo.


Al principio si, todo guay, soy positiva y pienso que voy a tener tiempo para mi, que podré salir sin restricciones, hacer lo que me apetezca, descansar, terminar cosas pendientes... en fin, lo que son unos días para una misma. Pero es que luego entro en casa y miro a mi alrededor, y me siento tan vacía que hasta me duele el pecho. Y salgo a la calle y todo me recuerda a él, esté donde esté pienso en como se lo estaría pasando el en ese sitio, o en que estará haciendo en ese momento, y cada vez que veo a un niño se me parte el alma.



Y llegar a mi cuarto por las noches es un infierno. No verle a él en la cama, con esa cara de tranquilidad, esa cara tan perfecta que tiene, durmiendo plácidamente... La mitad de las veces que no duerme en casa tengo pesadillas.

Los días que tengo clase y lo lleva y recoge mi hermana, o cuando lo lleva al cole su padre, siempre estoy mirando el reloj, echando de menos el recogerle, preguntarle que ha hecho, ese abrazo en cuanto me ve... llevarle y hablar con él antes de entrar, repasar lo bien que se va a portar y lo divertido que es ir a clase, reírnos, jugar... 
Hace unos meses estaba deseando tener unos días para mi, y ahora, aunque agradezco esos días en los que puedo hacer lo que quiera, realmente lo que me gustaría es hacer cualquier cosa pero con mi niño.


De verdad que lo echo tanto en falta que duele. Y la casa parece totalmente vacía, igual que yo.



Va a ser toda la vida así, y dios sabe que nos depara el futuro y como será nuestra vida dentro de un tiempo, o unos años... Mi mejor amiga me dijo que me acostumbraría y que acabaría agradeciendo esos días de relax. Otra amiga, en mi misma situación pero desde hace mas tiempo, me dijo que nunca me acostumbraría a estar sin él, que simplemente se sobrevive. En ese momento no supe quien tendría razón, pero hoy si lo tengo claro, y es que está demostrado que solo una madre en mi situación puede entender como me siento y lo duro que es.

Lo único bueno es eso, que siempre acabo teniendo planes, que cuando no está no paro, y que disfruto de mi vida, aunque sin él mi vida esté a la mitad.


Ya queda menos para el domingo, ya son menos de 48 horas las que me quedan para volver a verle y escuchar su risa y su alegría.

Espero que el tiempo pase rápido

No hay comentarios:

Publicar un comentario