Y ahora que empiezo a comprender...

Cuanto te comprendo ahora…

Me gustaría que nos lleváramos bien, que pudieras aconsejarme, ayudarme, que me dijeras como pudiste soportarlo…

Porque ahora sé muy bien lo que sentiste

Y lo siento, quiero decirte que lo siento, lo siento por habértelo hecho pasar tan mal, por no entenderte, por destrozarte… ¿cómo pudiste ser tan fuerte? ¿Cómo pudiste aguantarme tanto aún después de que todo pasara?

Pero le he dado otra oportunidad… eso que siempre quise que tu hicieras conmigo y no hiciste. Y no se si es mejor lo que hiciste tu, o lo que he hecho ahora yo… Supongo que todo se verá con el tiempo…

Aunque tengo tanto miedo…

Acabaré odiándole, lo sé, cada vez va a mas…

Somos demasiado iguales, y él… él es demasiado yo… no se si me explico… y no lo arregla, no hace nada por cambiar

No se si seré capaz de dejarlo algún día… quizás necesito morir para darme cuenta de que debo resucitar, y ahora estoy moribunda, pero aún viva.

Envidio tu fuerza, tu entereza para decirme que no, y un no definitivo, estuviera yo como estuviera… en ese momento te odié, te he odiado durante muchísimo tiempo, pero ahora te comprendo, ahora estoy viviendo lo mismo que tu viviste… y quizás algún día él, después de odiarme, llegue a comprenderme… Quizás todos necesitamos a alguien que nos haga ver que necesitamos estar vivos, alguien que nos haga despertar, cambiar para mejor, darnos cuenta de nuestros errores… y poder mejorar para el futuro, para nuestro verdadero futuro… y no para los sueños que tenemos cuando nos enamoramos, esas ideas que hacen que nos volvamos locos…

Todos decimos: -¿Toda una vida? ¡Que dices! Si solo tengo 16, 17 años… ¡no voy a llevarme toda vida con el!-

Pero en el fondo, sin darnos cuenta, es lo que más deseamos… que sea el único, el definitivo, el último…

Dulces sueños de adolescente…

Quizás a él le espere otra chica, con la que tenga que pasar lo mismo que yo he pasado por él, o que tu pasaste conmigo… y entonces me entienda, nos entienda… y quizás algún día podamos ser amigos, los tres incluso, solo para darnos cuenta de que en el fondo somos todos iguales.

Y le quiero, le amo.

Tanto como tu me amabas a mi.