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lunes, 31 de marzo de 2025
De lo que sí, de lo que no
martes, 25 de marzo de 2025
Lo que no quiero, lo que soy
miércoles, 19 de marzo de 2025
Escalofrios
No me parece bien.
No me parece bien esta explosión repentina a nivel cerebral y emocional.
No me parecen bien los pensamientos absolutamente mezclados, liados, dando vueltas y haciéndome arder el cerebro hasta congelarlo.
Odio plantearme tanto las cosas, dar tantas vueltas. Pero joder, me conozco. Hay cosas que sé. Y luego hay otras sobre las que no tengo ni la mas remota idea. Como leches se maneja eso. Como manejas un batiburrillo tan enorme, por dios. Voy a volverme loca.
Tengo escalofríos, escalofríos de verdad. Del cuerpo cortándose, la vida aplastando. El cerebro en guerra.
Estoy recordando a Laon. Yo siempre me enamoro, ¿verdad? en realidad no soy capaz de controlarlo. Me enamoro de la mínima muestra de cariño, de lo mas leve. Soy un cachorro abandonado que ama al 100% a la primera persona que le muestre cuidados porque lleva toda una vida de palos y maltrato.
Que asco me da mi vida, y no digo la actual, digo la vivida. Hablo de la infancia de mierda, de la adolescencia caótica, de la adultez inmersa en la oscuridad.
Y si, me encanta amar como lo hago, pero odio hacerlo tan rápido, tan fácilmente, odio estar tan herida que llego a sentirme curada con cualquier cosa. Ese es el camino que me lleva a personas como Fran, que van a coger todo ese amor y a retorcerlo para hacerlo suyo y ponerlo en mi contra.
Quizá debería montarme una estrategia, como hacía Laon, protegerme de sentir, buscar la forma de no entregarme. Sigo con escalofríos por todo el cuerpo, con los pelos de punta. Con ganas de llorar, odiándolo todo.
Que envidia la gente que es capaz de protegerse, de no sentir, de disfrutar sin dar mas vueltas ni pensar mas. ¿Eso es lo que significa quererse a uno mismo? ¿Ser capaz de no enamorarse fácilmente?
Por ahora mi única estrategia es seguir sobreviviendo, es hacer lo que pueda, disfrutando lo que la vida me deje, respirando a menudo. Voy a dejar que pase este viernes, el fin de semana, y ya veremos después. No voy a volver a priorizar lo que no debo.
Tengo que ponerme límites a mi misma.
Inmortales
Y me hace inmortal
"Nadie nos joderá esta noche, nadie vuelve a romperme el corazón"
Ay, amiga, ojalá fuera real. Ojalá no volvieran a romperme el corazón. Pero lo harán mil veces más. De una forma u otra, y lo harán porque al final sentir es arriesgarse al daño que puede provocar, y yo soy de las que sienten muchísimo.
Y me encanta.
Lo digo en serio, me encanta mi forma de ser, de amar, de querer, de cuidar. Y, aunque durante el último año lo he olvidado, ya aprendí hace mucho a quererme a mi misma también, a valorarme y poner donde se merece mi forma de hacer las cosas, dejando atrás a aquellas personas que vean mi manera de ser y actuar como un problema.
También aprendí en su momento a no dar cuando no estoy recibiendo lo que quiero o lo que creo que merezco, y también lo he olvidado este tiempo, pero mi promesa actual es recordar cómo se hacia, aprender a distinguir quién me quiere y para qué, y actuar en consecuencia.
Me gustan las cosas claras, tranquilas, que den paz, que no tienen dobleces, ni mil caras
"Celebrar que estamos vivos, aunque sea duro el camino"
Las relaciones (sean del tipo que sean) me parecen una de las cosas más complicadas del universo. Cada persona es un mundo, con sus propios traumas, recuerdos, historias de vida, sentimientos y capacidad de comunicación. Y todo eso (y mas) influye en cómo vais a relacionaros, cómo podréis encajar o no, influye en cómo conectaréis y en la capacidad para mantener la relación a lo largo del tiempo.
Pero claro, tienes que tener también la capacidad de confiar, de expresarte, de cuidar. Buah, es que son muchísimas cosas, demasiadas. ¿Cómo no va a ser complicado?
Si no sé dónde te duele, quizá te doy ahí sin querer. Si lo sé y aún así te doy, está claro que no te quiero de la forma mas sana. Si no me siento a gusto como para contarte mis miedos, quizá deba plantearme si es por mi o si es porque no me das confianza.
Es importante aprender a identificar las señales cuando las haya.
Mi radar ahora mismo está en paz. Estoy realmente bien con las personas que me rodean, sé que les importo tanto como ellas a mi y que mis relaciones actuales son recíprocas. Quizá me equivoque, porque no puedo saberlo todo y aún es fácil colármela, pero no tengo ninguna alarma en el cuerpo, nadie por quien me grite "huye".
Y hacía mucho que eso no pasaba.
"Me quité el polvo y me hice el amor"
martes, 18 de marzo de 2025
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viernes, 14 de marzo de 2025
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martes, 11 de marzo de 2025
Interés, el de verdad
Interés.
Es curioso como renuncié a algo tan básico tanto tiempo, sin darme ni siquiera cuenta. Sin ser consciente de que estaba renunciando, e incluso culpándome, porque yo era la intensa, la pesada, la que quería y pedía demasiado.
La difícil.
Es cierto, soy difícil. Soy caótica, emocional y sensible. Necesito cariño constante, que me dejen claro que me quieren, que importo. Necesito que me den lo que doy, y aún me cuesta aceptar que muchas veces eso es imposible, y que no es culpa de nadie.
Pero no debo renunciar a lo básico, aunque no lleguen al nivel de intensidad que yo tengo. Las personas que me rodean, las de verdad, me demuestran cada día ese interés, ese cariño real. Las ganas de saber de mi, de mi vida, las ganas de verme, las palabras de cariño, las muestras de afecto.
Analizo conversaciones, y veo como yo hablaba, pero las respuestas eran las básicas, las frases hechas. Recuerdo las veces que conté algo importante para mi y que ese algo se olvidó y tuve que contarlo varias veces mas. La cantidad de veces que dije que no me escuchaba, en tono de broma pero siendo consciente de que era real.
Veo las diferencias, lo que siempre me ha aplastado. Lo que fue al principio y lo que desapareció tras la palabra "novios", los cambios, la desilusión. Las canciones que nunca volvieron, el "voy a tu barrio" que desapareció. Las fotos que ya no publicó salvo cuando quería recuperarme tras una discusión, aunque al principio eran casi diarias.
Recuerdo el "quiero dormir contigo" que jamás me dijo, pese a que hasta le pedí directamente que lo hiciera.
No puedes dar siempre por hecho las cosas, no puedes escudarte en los "soy así", porque si, cada persona es un mundo, pero hay cosas tan sencillas y que pueden marcar tanto la diferencia, que si no haces el esfuerzo no es porque no puedas, es porque no tienes interés.
Y tardé demasiado en darme cuenta, en aceptarlo, asumirlo. Y dejé de lado a quien sí me mostraba ese interés, el cariño de verdad.
Ahora me rodeo de gente a la que cada día doy los buenos días, que me los devuelven, que me preguntan como estoy, que hablan conmigo a lo largo del día no a través de un monólogo, si no de una conversación, de algo mutuo. Ya los tenía antes, pero no me di cuenta, no fui realmente consciente. No los valoré.
Pero me he prometido cambiar eso, demostrar el interés que se merecen, el que realmente les tengo porque me importan. Y me he prometido no seguir dando a quien no me devuelve, a quien solo recita monólogos, a quien solo habla de sí pero no pregunta por mi, a quien no me habla a no ser que lo haga yo primero. Y no, no hablo de esas amistades con las que no hablamos nunca pero sabemos que están ahí, eso es algo totalmente distinto. Hablo de quien se nota que solo está para que estés a su disposición. Ese cartel que vi hace poco, que hablaba de la diferencia entre las personas que te aman, las que aman estar contigo y las que solo aman lo que puedes hacer por ellas. Hablo de quien, tras una ruptura, demuestra que solo estaba ahí porque eras "la novia de", no por ti misma y lo que has dado.
Me quedo con esas personas que te provocan una sonrisa de oreja a oreja, que te dicen cosas bonitas, que expresan las cosas buenas que les haces sentir, las que ante algo malo se paran a hablar contigo de frente para solucionarlo. Las que dicen lo que sienten sin miedo, porque sabes que vas a cuidar esas emociones.
Y madre mía, qué bien rodeada estoy. Y no es solo eso, no son solo los amigos de siempre, los que ya son familia, también son los que conocí en 2023 y me han demostrado ese cariño real, incluso después de todo lo que ha pasado, también son las personas que sigo conociendo y con las que conecto y todo es mutuo.
Estoy aprendiendo a identificar el interés real, y voy a hacer lo imposible por no volver a renunciar a lo más básico, al interés que yo doy, al amor que ofrezco. Y no voy a quedarme junto a quien no me provoque la misma sonrisa y alegría que sé que yo puedo provocar.
Me toca querer, pero también quererme.