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martes, 10 de enero de 2012

Cuando te duele el corazón...

Es curioso como un simple capitulo de una serie puede afectarme tanto. 
Sé que no es real, se que ademas, aunque lo fuera, es otra situación, se que no tiene nada que ver con nada, y aún así no puedo evitar que me duela y pensar "Ojalá me pasara a mi" 


A lo largo de estos años he tenido tiempo de envidiar a muchos de mis amigos por el hecho de tener un padre, he tenido tiempo de ver a mis amigas sobreprotegidas por ellos, a sus novios con miedo de conocerlos, he podido ver como mis amigos tenían una complicidad con ellos que no tenían con nadie... y también he visto a esos mismos amigos quejándose constantemente de tenerlos, de aguantarlos, alguna vez incluso me han llegado a decir "Que suerte tienes de no tener padre" y cada vez que hacen esto pienso lo mismo.. ¿De verdad creéis eso?


Mi madre es la mejor persona, la mas fuerte y la mas increíble que jamás conoceré, está ahí pase lo que pase, a las buenas, a las malas, se desvive por mi y por mi hermana, daría su vida por nosotras, somos su prioridad única y exclusiva, y no podría aspirar a tener una madre mejor porque no existe. Ella ha hecho todo lo posible para que no notemos la ausencia de mi padre, ella ha valido por dos y ha hecho los dos papeles. Le debo y le agradezco cada minuto que he vivido y que viviré, y sin ella no sería quien soy.


Pero pese a todo, un padre es irreemplazable. Puedes vivir y crecer perfectamente sin el, pero aún así lo echas en falta. Sobre todo si, como en mi caso, lo tuviste, te dejó ver lo maravilloso que es tener un padre y después se fue. 
Ahora muchas veces le echo de menos, vivo momentos en los que me gustaría que estuviera ahí, y me abrazara, o poder contarle algo y que me diera consejo, me gustaría tenerlo ahí como apoyo, tener la seguridad de que no me abandonará. Me gustaría simplemente poder abrazarle de vez en cuando.
Pero no está, simplemente ya no está, y no va a estar más. Porque todo lo bueno que viví con el fue para esconder el infierno que traía consigo, el infierno que nos hizo vivir a todas.
Todas y cada una de las palabras que salen ahora de su boca son mentiras, y sus actos son plenamente egoístas, y solo busca su propio beneficio.
Mi padre se ha ganado a pulso el perdernos, simplemente porque no nos ha querido, porque no puede querer a nadie que no sea él mismo.
El día de mañana, mis hijos no tendrán abuelo, me ocuparé de que no lo conozcan nunca, ni siquiera llevaran su apellido. Porque no pienso dejar que les haga a ellos lo mismo que nos ha hecho a nosotras.


Estos días pienso mucho en él, en como es, en como era, en lo que hemos vivido, y algo curioso del ser humano es que cuanto mas tiempo pasa, mas se borran los recuerdos malos y se sustituyen por los buenos, quizá por eso le hecho mas de menos. O quizá es porque le necesito, porque daría lo que fuera por poder tenerle conmigo.


Antes de acabar, quiero dejar claro que pese a todo, si mi padre me llamara ahora, o intentara tener relación conmigo, le mandaría muy muy lejos, porque aunque parezca una contradicción, no le quiero cerca de mi vida ni de los que me rodean, solo es que a veces me aflojo, por tonterías como un capitulo de Como conocí a vuestra madre, y necesito soltarlo.


Al menos espero que algún día se arrepienta realmente de todo lo que ha hecho, se de cuenta del daño que ha causado, y le duela. Creo que es algo casi imposible, porque mi padre no tiene nada dentro de sí que le permita pensar en los demás, pero bueno, puedo seguir soñando, como siempre.


Chic@s, solo puedo deciros que valoréis muchísimo lo que tenéis en casa, tanto si es vuestro padre y vuestra madre, como si es solo uno de los dos. No se valora lo que se tiene hasta que se pierde, y si no lo valoráis ahora, quizá luego sea demasiado tarde.

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