Momentos que ya no volverán

He leído o escuchado mil veces decir a muchas personas que por qué esa manía de hacer fotos de todas las salidas, a fotógrafos quejarse de lo tonto de hacer fotos así porque si.
Pero yo amo hacer fotos de todos y cada uno de los momentos que paso con la gente que quiero.
¿Que por qué? Muy simple.


Nuestro cerebro, queramos o no, tiene un espacio limitado. Puedes tener muy buenos recuerdos, pero nunca los tendrás todos. Nadie recuerda todos y cada uno de los días de su vida.
En cambio, las fotos te traen de vuelta esos recuerdos. Ves una foto de un día de hace mas de un año, por ejemplo, un día del que ya ni te acordabas. Y de pronto te vienen todos o casi todos los detalles de ese día, las personas, las risas, las conversaciones, las sensaciones.
Es como vivir una vez mas ese día, sonríes mientras ves esa foto, aunque hace cinco minutos ni te acordaras de que lo habías vivido.


Yo adoro las fotos, y aunque no sean artísticas, ni preciosas, ni haya costado muchísimo trabajo hacerlas, para mi tienen un valor incalculable, porque son las risas y los recuerdos de un momento que ya no volverá, pero que gracias a esa foto ha quedado grabado para siempre