Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

viernes, 24 de octubre de 2025

Tal vez no vuelva a ser la misma de nuevo

Dicen que hay una chica, menudo panorama
Te han visto caminar con ella mientras la agarrabas
Dime que todo está bien, que en el fondo no hay nada

Estoy deseando dejar de tener esta necesidad de escribirte, de que las canciones me recuerden a ti. Estoy deseando que paren las pesadillas, que el infierno que empezó el 17 marzo termine.
Estoy volviéndome loca.

Si todo el mundo dice que no confíe en ti
Será porque esa boca solo sirve pa' mentir
Dime que todo está bien, que en el fondo no hay nada
¿Desde cuándo te gusta matar por la espalda?

Tengo mil voces a mi alrededor que me dicen que eres mala persona, que me dicen que nunca me quisiste bien, que no me fíe de ti ahora. Que solo piensas en ti, que eres como mi padre. Mil voces que me dicen palabras horribles para describirte.
Y entonces recuerdo 2015. 
Hoy me han dicho: "aquella vez viste su lado oscuro, es normal que ahora pienses que vuelve". Y es real. No sé cuál es tu cara, no sé quién eres.
No sé quién eres.
Y eso me destroza.

Mi amiga dice que ponga el corazón en off
Porque contigo es decepción tras decepción
Ya me avisas mejor cuando acaben los dramas

Llevan meses recordándome que en realidad no era feliz contigo, que por eso lo dejamos. Me han recordado mil veces que tenía dos hijos, tu poca responsabilidad, la carga mental siempre en mis hombros. Las interminables promesas que nunca se cumplieron, los millones de avisos que no sirvieron de nada.

He repasado mil veces nuestra relación. Por épocas, por años. Pienso en 2021, en cómo no tenías ni idea de ayudar y solo me hundías más. Pienso en cómo aprendiste a ayudarme, a entenderme. Llegué a creer de verdad, de corazón y con todo mi cuerpo y alma que sería para siempre. La voz de Rocío a mis 18 años sigue retumbando en mi cabeza "Yo creo que hay alguien destinado a cada persona, y que tu has encontrado al tuyo y es él". Seguramente ni ella misma siga de acuerdo con lo que dijo entonces. Pero yo llegué a estarlo. Yo estaba absolutamente convencida de que envejecería contigo.

Pusiste piedras en mis hombros sin avisarme
Y nos hundimos con el peso de mil gigantes
Yo no me quiero meter
Ya me avisas mejor cuando acaben los dramas
¿Desde cuándo te gusta matar por la espalda?

Recuerdo también 2022 y 2023, rogarte de mil formas que las cosas cambiasen, decirte mil veces que no podía más. Dejarlo. 
Y que entonces una vez más todo fuese diferente. De pronto te convertiste en ese hombre que llevaba pidiéndote tantos años. De pronto en 2024 fuiste todo lo que siempre había esperado. No pude dejar de quererte, de estar contigo. Y al comenzar 2025 ya lo eras todo, lo eras absolutamente todo, eras el amor, ese que describí en Es amor, esa entrada que escribí pensando en ti, en todo lo que me dabas y en cómo me sentía a tu lado, eras quien mejor me entendía, quien mejor me cuidaba, eras mi pilar fundamental, mi oxígeno. Llegué a depender de ti. Eras lo mejor que me había pasado.

Y lo peor es que por eso mismo te pedí espacio. Porque gracias a ti fui a mejor. Porque la oscuridad se estaba despejando y no quería utilizarte, quería que lo que sentía fuese real, no necesidad. No quería hacerte daño. Me sentía culpable.
Te pedí espacio porque estaba tan confundida que me estaba consumiendo.

Y no lo respetaste. Me viste llorar tras un beso, y ni aún así lo respetaste.
¿Quién eres?

Todos en mi trabajo te conocían, hablaba bien de ti continuamente. Me llegaron a decir que no entendían que no estuviésemos juntos, me dijeron que nunca habían oído a nadie hablar tan bien de un ex. Todas las personas que me rodeaban sabían lo importante que eras en mi vida, el bien que me hacías.

Quizá por eso a muchos les costó creer que lo que me hiciste fuese real.
Pero lo fue.
Porque salió a la luz ese lado tuyo que ya había salido otras veces, que estaba ahí, escondido. El lado que solo te hace pensar en ti mismo y tus necesidades.
Sigue activo desde entonces.
Volvemos a 2015.

Esta vez no habrá segundas partes
Tendrías que habértelo pensado antes

Nunca más. Nunca más. 
Sigo intentando aceptar ese duelo, esa pérdida. 
Te necesito tanto tan a menudo, pero tanto. En los momentos malos, en los buenos. Me ha pasado algo increíble esta semana, y uno de mis primeros pensamientos fue cómo habría sido tu reacción al saberlo. Saber que habrías llorado de alegría y orgullo por mi, que me habrías llamado pegando gritos de emoción, que ese día me habrías regalado algo, invitado a comer, que hubieras convertido algo que ya de por si es especial en un día increíble. Sé perfectamente cómo te habrías comportado durante este proceso, lo muchísimo que me apoyarías, la cantidad de cosas que harías por mi.
Te pienso cuando estoy profundamente triste y recuerdo que cuando he estado así estos dos últimos años tu has sido el único que me ha sabido sacar adelante, que ha sabido tratarme, cuidarme.

Capitán de un ejército de nubes
Que me llueven y destruyen toda mi estabilidad

Y entonces la realidad me golpea y me recuerda que estoy así por tu culpa, que eres tú el que me ha destrozado hasta el punto de no ser capaz de seguir adelante, de no ver la salida ni aún cuando me rodean cosas buenas.
La realidad me golpea y rompe toda la estabilidad que intento conseguir. La realidad de que lo rompiste todo. La realidad de que te idealizo constantemente. La realidad de que no soy capaz de tenerte cerca porque me asquea que me toques, porque me quema para mal, porque me duele, y es un daño que se siente casi físico, no solo emocional.
La realidad de que eres capaz de decirme, echándomelo en cara "¿cómo vamos a hablar en persona, si no quieres verme?" como si el no querer verte fuera algo que he decidido de forma arbitraria y sin sentido. Como si no lo hubieras provocado tu.
Te fabricas una realidad paralela para poder sobrevivir con lo que hiciste, y en esa realidad olvidas por completo lo que han provocado tus acciones.
Aún sigo sin creerme que hace menos de una semana tuvieras el alma de decirme esa frase, de reprocharme que no quiera verte.

No sé por qué me estoy rayando tanto, si nunca fuiste para tanto
Quizá sea mejor pensar por una vez, ¿sabes?
Si de repente ya no te interesa, yo me largo de esta fiesta
Y nunca mas me busques, que no hay nada que hacer

Me recuerdan constantemente que solo fui feliz contigo cuando no estábamos juntos, porque luchabas por conquistarme de nuevo, por demostrar que podías ser lo que yo necesitaba.
Me recuerdan que ya pasó una vez y que me fallaste. Me recuerdan que seguramente si hubiéramos vuelto te habrías confiado de nuevo, y más tarde o más temprano volverías a lo que has sido siempre. Que la carga mental seguiría siendo mía, que el sexo volvería a ir mal, que convivir sería un infierno.
Me han llegado a decir que lo mismo que me hiciste aquel día podrías habérmelo hecho más adelante, aún estando juntos, quizá con una hipoteca de por medio o más hijos. Que si lo has hecho una vez quiere decir que habrías sido capaz cualquier otra, que igual que pasó esa vez podría haber pasado en otro momento. 
Qué miedo me da esa realidad. 
¿Quién eres?

El amor duele, pero tu fuiste a hacer daño
Rompiste en meses [en una mañana] lo que fuimos estos años
Y ahora entiendo que no fui na' pa' ti

Y quien te quiere aunque sea un poco no te hace sufrir
Y mientras tu me fallabas yo hubiera matao' por ti

"Mientras tu me fallabas yo hubiera matao' por ti" Quería espacio porque estaba pensando en ti, porque me sentía culpable, porque no quería hacerte daño. 
Y me destrozaste.
No consigo averiguar cómo superar aquello. De verdad que no lo consigo. Estoy teniendo que acudir a cien herramientas distintas, a profesionales, a recursos. Jamás había estado tan cerca de quitarme la vida. Nunca. Y precisamente tu has vivido conmigo lo cerca que he llegado a estar. Imagina cómo es ahora. Imagina la desesperación que llevo por dentro, que ni todo lo bueno que tengo consigue arrancarme el daño que me has hecho.

Quiero que me pidas perdón, no perdonarte
Dime donde tu vas a estar, pa' yo largarme
Yo no quiero ni respirar el mismo aire, ni aunque me paguen

Te tengo un rencor indescriptible. Te quiero lo más lejos posible de mi vida, de mi entorno. Y me destroza que no pueda ser así. Me destroza tener que seguir hablando contigo, no poder bloquearte, hacerte desaparecer. Te odio como jamás te había odiado.
Y aún así sigo soñando contigo. Sigo pensando en todo lo que iba a ser.
¿Cuántas jodidas veces voy a tener que despedirme de ti, de nosotros?

Quiero saber cuál es tu plan pa' no ser parte
Dime con qué cara vendrás, pa' no mirarte
Qué mentiras vas a contar, pa' no escucharte
Ni aunque me paguen

Te ofende que no te quiera cerca, te ofende cuando no has podido ir a planes, me reclamas que no quiera verte. Y esa es la prueba mas grande de que no reconocerás nunca lo que has hecho y hasta qué punto. Te has perdonado. Te has dicho "no fui consciente, no me tengo que machacar por ello", tu alrededor te lo ha confirmado, te han dicho que no tuviste la culpa, que no eres tan malo, que no fue a propósito. 
Dieciséis años. Dieciséis.
Y alguien aún es capaz de creer que no me conoces, que no conoces mis señales, mis reacciones, mi lenguaje no verbal.
Lo peor es que tu mismo te lo crees.

Yo no te he perdonao' porque nunca lo has pedido
Quiero verte arrodillao', con cara arrepentido
No merezco menos de este punto de partido
Que verte tocado y hundido

Has pedido perdón, me preguntaste qué podías hacer para ayudarme. Pero no fue real, me lo has demostrado con tus actos durante meses. Has olvidado el arrepentimiento, la reparación. Vives tu vida con tranquilidad, en paz. Con las mismas preocupaciones (laborales, de salud, sociales...) que habrías vivido si no hubieras hecho lo que hiciste. Lo único que tu has tenido que gestionar es mi ausencia en tu vida. Y me has sustituido fácilmente.
Pero aún me miras con esa cara de cordero degollado cuando nos vemos en persona y notas que no me acerco, que no te quiero cerca.
Y aún me ablanda esa cara de tristeza que me hace sentir que me echas de menos.
Esos momentos en los que vuelve a parecer que te importo, que me quieres.

Prometiste un pa' siempre y no era pa' mi
Prometiste el mundo entero y era para ti
Me querías, pero pa' que me quieran así prefiero estar sin ti

Pero no me quieres, ¿verdad? quieres lo que te aportaba. El apoyo incondicional, el entenderte como nadie lo había hecho, el sacar lo mejor de ti. El conocerte tanto que sin que me dijeses nada ya sabía lo que ocurría. El cómo te ayudaba a estar mejor. Mi forma de cuidarte y volcarme en ti. El acompañarte a absolutamente todos los estrenos, películas o sitios que te importaban, el escucharte cuando algo te apasionaba, aunque dieses cien vueltas al mismo tema. Odiar a tus jefes tanto como tu, poder llamarme cuando estabas a punto de explotar en el trabajo, contarme las cosas buenas y las malas, oír mis consejos. El saber darte soluciones, estar ahí cuando al llegar a tu casa nadie estaba. Darte luz cuando tu alrededor te decía lo que "era mejor" sin pensar en qué era mejor para ti, recordarte que la salud mental vale mas que el mayor sueldo del mundo. Animarte a estudiar, a cumplir tus verdaderos sueños. Que con solo tocarte la pierna, o un brazo, tu descontrol emocional se redujese. Echas de menos la sensación de hogar al abrazarnos. El no verte solo ante nada, porque siempre estaba yo para sostenerte.
Lo sé porque echamos de menos lo mismo. Lo sé porque sigo conociéndote más que nadie.
Y aún así, una vez más, como en 2015... no sé quién eres. 

Pero sí que lo sé. Porque he aprendido que este también eres tu. Que también eres esa persona capaz de destrozarme hasta hacerme desaparecer en mí misma. Acepto que ni tu mismo sabes quién eres, que la única forma que tienes de manejar la ansiedad es mentirte a ti mismo. Que tu última entrada del blog es un castillo de naipes. 
Que te es más fácil no reconocer tus errores.
He aprendido que eres tan capaz de hacer bien como de hacer mal.
Exactamente igual que mi padre.

Vuelves a ser quien me quita el sueño, la salud y las ganas.
Han pasado siete meses. Siete. Y no consigo avanzar.
No sabes como te odio por esto. 
Tu quizá te has perdonado. Quizá estas viviendo con la cabeza escondida para no recordarlo.
Pero yo no podré perdonarte nunca. 
Te dije que no quería.
Te lo dije, te lo demostré. 
Lo habíamos hablado la noche anterior.

¿Quién eres?

¿Quién soy yo ahora?

Amor de verdad, me lo merezco
Que todo salga bien, me lo merezco
Lo bueno viene a mí, la vaina se me da
Hasta la vista al mar me la merezco
Un cielito azul, me lo merezco
Una vida cool, me la merezco
Lo bueno viene a mí y lo que está pa mí
Viene en camino, yo me lo merezco

Ayer iba conduciendo con mi hermana al lado tras recibir esa noticia increíble, sonó esta canción, y mi hermana subió el volumen y me dijo "viene al pelo esta letra ahora mismo, créetela" y la cantamos juntas entre lágrimas de felicidad.
Sé quien soy. Soy la que sigue luchando incluso sin tener ganas, incluso cuando el contexto no ayuda ni la vida me lo pone fácil. 
Tengo una hermana que es simplemente increíble, y no todo el mundo tiene eso, no todo el mundo tiene a alguien que te apoye al 100% como lo hace ella, veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Tengo a Danil, Germán, Joshua y María, personas que me cuidan como si llevasen mi sangre, que me protegen y están siempre que lo necesito. Y tengo a Maikel, que en solo siete meses se ha enamorado tanto que cree que merece la pena vivir a mi lado el tormento que vivo por dentro todos los días, que en solo siete meses valora todo lo que doy, todo lo que tengo y todo lo que soy, y que se esfuerza para entenderme y quererme como necesito. Aunque no sea fácil, aunque no lo tengamos fácil en general. 
Me hacen sentir tan especial, tan única, tan imprescindible... son el ancla que me mantiene viva, mi carburante.

Lo bueno viene a mí, y lo que está pa' mí viene en camino, yo me lo merezco

Sé que en el fondo nunca podrás tener la conciencia tranquila, que tu parte buena de vez en cuando saldrá y te torturará un rato, porque eso es lo que pasa cuando haces daño y no reparas ese daño. Eso es lo que pasa cuando prefieres esconder la cabeza y hacer como que no pasó. Que nunca se va, no desaparece. Aunque me digas que tu conciencia está tranquila. Es vivir en una realidad que no existe.

Quizá aún me quede mucho tiempo de seguir escribiéndote, de echarte de menos, de pensar en ti. De odiarte. Quizá aún me quede una vida entera teniendo que hablar contigo.
Pero si consigo seguir, si al final consigo no rendirme... llegará un día en el que ya no te escribiré más. Llegará el día en el que habré aprendido a quedarme con lo bueno que tengo, y solo con eso. 
Tendré mi piso, con mi biblioteca y zona de puzles, con mi escritorio y mis sims, mi stardew valley, mis pelis románticas y mis musicales. Tendré a mi perra y mi gata, bien cuidadas, reinas de la casa, felices. Fotos por todas las paredes, flores en la mesa. Seguiré teniendo gente increíble. Metas, viajes, días bonitos.
Paz.

Solo pido paz.




lunes, 6 de octubre de 2025

Hoy mi vida es la que es

He desbloqueado el móvil y lo primero que he visto es la fecha. 6 de octubre. 

Otro seis de octubre.

Estoy sentada en un tren, de vuelta a casa tras una semana y media de convivir con Maikel.

Hace menos de un mes estuve a punto de suicidarme.
Hace tres semanas una llamada puso del revés mi día a día. 

No quiero volver a casa.

Estoy pensando en mi rutina a partir de ahora. Tras la tormenta que ha sido mi vida este mes.

Me invade el pánico. He recuperado ciertas ganas y eso me da miedo. Estoy pensando en una rutina, en seguir. Y una parte de mi no quiere volver a tener ganas. Me siento mas cómoda en la desesperanza y el agotamiento.
Esa llamada cambió demasiadas cosas.
Me dio un objetivo 
Quizá me haya salvado la vida.

Maikel y yo hemos decidido seguir y eso también me da miedo. Las relaciones se me hacen muy complicadas. Tengo pesadillas en las que vuelve a dejarme y sigo pensando que volverá a pasar. Me estoy preparando para ello, no puedo evitarlo. 
No lo había contado también por miedo.
Me da miedo que si pasa yo no tenga la fuerza suficiente como para recordarme que no es mi culpa, que no es culpa de nadie. Siento que cuando pase mi cabeza me dirá que el problema siempre fui yo y nunca me perdonará por ello.

Siempre perdono a los demas y nunca me perdono a mi. Necesito quererme mas.
Necesito releer continuamente mi última entrada. Convencerme a mi misma de lo mucho que merezco la pena.

Hoy Germán me ha dicho de forma super natural "Irene, en ocho años que hace que nos conocemos nunca me has mentido, cualquiera que te conozca sabe que tu no mientes" y parece una tontería, pero ha sido un bálsamo enorme, porque la Irene de hace 10, 15 años.. si lo hacía. Hice mucho daño muchas veces. Me prometí no hacerlo más y soy consciente de que lo fui cumpliendo, de que soy una persona totalmente distinta. Me gusta la persona que soy, la amiga, la novia, la hermana, la trabajadora. Incluso la madre que soy, aunque a veces siga sin sentirme capaz de ejercer. 

Tengo en las manos el olor del perfume de Maikel y ya lo estoy echando profundamente de menos. Me encanta abrazarle y tenerle cerca. 

También echo de menos mi espacio, la seguridad de mi cuarto, a mis animales, mis sims, mis puzles, mi lugar. 

De verdad que le tengo pánico al futuro, a mi vida en un mes, a qué hacer, qué decir.
Le tengo pánico a mi vida en un año si al final llego.

Es otro seis de octubre y siento que mi vida ha ido pasando sin ser consciente de ello al 100%. De pronto me pesa la edad que tengo, aunque siempre he defendido que no hay edades para nada y que no debemos seguir esa regla externa impuesta. Siento que voy tarde y me ahogo. Me ahogo.

Voy a intentar ir al día, centrarme en hoy, en el paso de hoy, de esta noche. Mañana en mañana, pasito a pasito, despacio. Recordando los apoyos que tengo. Recordándome lo increíble que soy. Lo mucho que he conseguido pese a todo.

El otro día me salió un video de una chica que esta en una universidad privada y ni siquiera sabe exactamente cuanto cuesta. He visto durante muchos años a mis compañeros de universidad, a amigos y conocidos... cuya familia ha podido ponérselo todo por delante. No solo estabilidad económica, no solo les han pagado la carrera y todos los gastos necesarios, si no que han tenido apoyo, un puerto seguro.
Mi hermana y yo no sabemos lo que es eso.
No hemos tenido una familia con facilidades económicas, una universidad privada jamás podria haber sido una opción. Ni siquiera han podido ser opciones títulos de experto o masters que no fuesen públicos. 
Pero es que tampoco hemos tenido ningún tipo de apoyo.
Es increíble que personas como nosotras sean capaces de terminar una carrera, salir de casa, no rendirse y continuar.
Me saqué la carrera sin quedarme ni una sola vez ninguna asignatura en segunda matrícula, me lo pagué absolutamente todo yo con mis becas, teniendo discapacidad y con una dificultad enorme para estudiar por culpa de la vista.
Y con un hijo a mi cargo. Un hijo que tenía solo 2 años cuando empecé bachillerato.

Mi hermana y yo somos enormes.
Se nos olvida demasiado.
No hemos tenido ayuda, solo nos hemos tenido a nosotras.

No venimos de una familia bien, ni siquiera de una que sirva como respaldo o apoyo moral. Y aún así lo estamos consiguiendo. 

Sé lo fuerte que soy, lo resolutiva, lo capaz. Aprendo rápido, me adapto, me atrevo. Lo hago con miedo, pero lo hago. No escondo la cabeza, me enfrento a la realidad, miro de frente siempre a lo que no me gusta, a lo que me incomoda. Lo reconozco si me equivoco, intento evitar repetir errores. Soy sincera. Digo lo que siento, lo que pienso. Me da igual ser intensa y que se note todo lo que siento. 

No sé ser feliz, y aún así llevo años intentándolo. 

Pensar en lo diferente que habría sido mi vida si hubiera tomado otra decisión aquel seis de octubre me abruma. Pero tomé la que tomé, y hoy mi vida es la que es. 

Hoy mi vida es la que es. Un caos. Una continua pelea por sobrevivir, por mantenerme fiel a mi misma, por no rendirme ni dejarme sola. Hoy mi vida está repleta de amor y de personas con las que me siento segura. También está llena de mucho miedo y cosas negativas.

Pero es la única vida que tengo.
Estoy luchando por ella.


jueves, 2 de octubre de 2025

Suficientemente guapa

Soy buena novia. Necesito repetirme eso. Soy buena amiga. Soy buena persona. Merece la pena estar conmigo. Merece la pena estar conmigo. Merece la pena estar conmigo. Merece la pena estar conmigo. 

O me lo repito o me vuelvo loca. Me duele demasiado el pecho.
Pero soy buena novia, yo lo sé. Me costó mucho aprender a serlo. Fue mucho trabajo en mi misma. Fueron muchos intentos. Pero sé que lo soy.

Me equivoco. Soy humana. Me equivoco muchísimo. Tengo la salud mental hecha jirones. Me quiero morir mas tiempo del que quiero estar viva. Mi autoestima siempre ha sido regular y mi ex la destrozó por completo. No me quiero lo suficiente. No me valoro lo suficiente. Dejo a menudo que me pisen. Me da mucho miedo perder a la gente que quiero. Me cuestan los enfrentamientos. Me invade el miedo la mayor parte del tiempo. A veces me odio cuando me miro al espejo. Necesito demasiada valoración externa. 

Me conozco. Me conozco jodidamente bien. Sé lo bueno que tengo y sé lo malo, se lo que hago bien y lo que no. Soy sincera conmigo misma prácticamente siempre. También con quienes me rodean.

Soy detallista, siempre intento buscar las cosas que pueden hacerte feliz o hacerte sentir importante. Soy romántica, te presumo en todas partes porque me encanta gritarle al mundo lo increíble que eres y como te quiero. Me paso escribiendo lo que siento, siempre muestro física y verbalmente lo mucho que siento por ti, lo que te quiero, lo que me gustas y lo que te amo. Lo feliz que me haces.
Hablo las cosas, soy capaz de comunicarme, de decirlo cuando algo no me gusta o no me hace sentir bien, sé expresarme desde el "yo", explicando que así es cómo me siento, intentando no culparte, si no que me entiendas y veas mi perspectiva. Si me dices algo que te ha dolido de mi voy a escucharte y reconocerlo si me he equivocado, haré hasta lo imposible para no repetirlo. 
Si me dices que he hecho algo mal no me pongo a la defensiva, no te digo "pero tu has hecho tal", no escurro el bulto, te escucho, intento entender qué ha pasado y te pido perdón. Siempre pido perdón. Siempre. Siempre intento reparar el daño.

Es difícil sostener mi estado de ánimo, mis pensamientos autodestructivos, mi catastrofismo. Mis amistades llevan años a mi lado porque les merece la pena. Mis parejas también se han quedado siempre por lo mismo. Mis cosas buenas siempre superaron las malas. Las malas las llevo intentando corregir toda la vida, nunca me he quedado en el "yo soy asi".

Merezco la pena.

Quien se ha ido de mi vida es porque realmente ha querido, porque me ha llevado al límite, ya que me es casi imposible echar a nadie. Cuando quiero a alguien lo hago para siempre. Incluso cuando no debo. Incluso cuando me han destrozado.

Quien se ha ido de mi vida es quien ha perdido. Me lo he demostrado muchas veces, me lo ha demostrado la vida en si. 
Lo bien rodeada que estoy, lo mucho que tengo, lo mucho que ofrezco. Lo mucho que soy. 
Fallos incluidos.
Y siempre intento que quien me rodea se sienta igual. Que sepan que son mucho, que son enormes, que también con sus fallos son personas maravillosas. 

Soy un mar de inseguridades, porque mi cerebro me odia. Porque para él lo fácil es hablarme mal y decirme cosas muy feas todo el rato. 
Luchar con eso es absolutamente agotador. Muchísimo. Demasiado.
Estoy agotada. Vivo agotada. Por eso me quiero rendir demasiado a menudo.
A veces mi cabeza gana la batalla y yo me convierto en trapo.
Quien me rodea me sostiene. Pero también tengo que aprender a sostenerme yo.

Y si no quieren estar conmigo pueden no estar.
Pero yo sigo mereciendo la pena. 
Sigo siendo buena amiga, buena novia, buena persona.

Yo nunca me rindo, siempre intento mejorar, encontrar soluciones, aferrarme a lo que creo que merece la pena.
Por eso sé que en el fondo siempre acaba perdiendo quien decide irse.

Aunque a veces me cueste creerlo.
Merezco lo mismo que doy.

Merezco la pena.