Aviso a navegantes

Soy responsable de lo que escribo, no de lo que usted entienda o interprete

martes, 2 de noviembre de 2021

Ya no puedo

Echo de menos que quieras estar conmigo.
Sentirme segura, tranquila, feliz.
Echo de menos no tener que pedir las cosas, o no necesitarlas. Echo de menos pensar que todo va a salir bien.

Te echo de menos.

Echo tanto de menos la sensación de seguridad que me duele todo el cuerpo solo de recordarla.

Sigo anclada aquí, a algo que no sale, que no sirve, que no está. 
Y miro a mi alrededor y no veo nada. No hay nada atrás, no hay nada delante, no hay nada aquí.
Y estoy sola en medio de un montón de gente.
Porque soy tan masoquista que solo te quiero a ti, pero tu no estás.
Y caigo en una desesperación absoluta que me lleva a extremos tan nocivos que no entiendo como sigo sobreviviendo.

Todo es oscuridad. Toda la luz se ha marchado.
Y yo te sigo echando de menos.

Y me doy miedo. Y el miedo me puede. Y al final gana. 
Porque ya estoy demasiado cansada y mi corazón no aguanta, mi cabeza no puede. 

Si hubiera aprendido a no necesitarte...
Y ya es demasiado tarde. Ya estas en cada hueco, en cada hueso y en cada rincón. 
Es imposible seguir sin ti.
Pero tampoco contigo.

¿Quién me hizo dependiente y quién me mantiene?
¿Cómo he sobrevivido?

Lo he intentado. De verdad que lo he intentado.

Pero no puedo. 

Soy egoísta, cobarde y débil. 
Y no merece la pena.

Soy todo lo malo que dijeron de mi, soy todo lo malo que pienso.
Soy todo lo que ven aquellos que ya no me quieren, y que es invisible para los que me aprecian.

Soy la sombra de lo que podría haber sido.

Te sigo echando de menos.
Y ojalá aparecieras en mi puerta y me dijeras que todo irá bien.

Pero eso nunca ha pasado. 

Ya es tarde para mi. Para nosotros. 
Ya no sé salir.
Ya no puedo.

1 comentario:

  1. El amor conoce mejor que el odio. Eres todo lo bueno que escuchas de quienes te conocen y te aman.
    Eres el susurro de un abrazo, que está ahí, bajo los gritos que ensordecen tu visión.
    Eres la luz que ve sombra y piensa que todo está oscuro, porque no se da cuenta de que ella es la luz.
    Eres mi amiga, mi Irene, y saldremos juntas de aquí cuando te sientas preparada.
    No te exijas poder ahora.
    Permítete ser cuidada por quienes te aman.
    Permítete descansar un rato y retomar el camino.
    Permítete la oportunidad de comprobar que la vida puede ser diferente, más amable y más bonita también para ti.
    Permítete tiempo.
    Te quiero.

    ResponderEliminar